this desert land

De pronto en medio de la nada hay cosas interesantes. Por estar de ociosa, me encontré por ahí (God bless Internet) que pasandito Icamole hay unas termas llamadas Termas de San Joaquín. Instalaciones de primer mundo en medio del desierto. Si no me creen, chéquense esta foto:

Termas de San Joaquín
(Me la robé de acá).

El lugar recuerda a una mezquita, o baño turco, o un rollo acá arabesco (mi delirio). Hay mucho eco y huele a diablos (a azufre, of course). El agua está, según esto, a casi 40 grados centígrados en la parte más caliente, y a 35 en la parte menos caliente. La parte más caliente está así porque por ahí entra directamente el agua termal. La profundidad es de 90 cm si mal no recuerdo, y en las orillas hay como que banquitas para sentarse. No puedes permanecer en el agua un lapso mayor a 15 minutos, o sea, tienes que salir y de rato entrar, y repetir cuantas veces se desee. Pero para eso hay unas banquitas muy lindas, donde te puedes sentar a cotorrear (no se puede fumar ahí adentro), y escuchar cómo el eco del lugar ahoga lo que dices. Es muy relajante.
El costo de entrada es de $120 pesos, puedes estar todo el rato que quieras, pero eso sí, les recomiendo que lleven agua. A nosotros nos dio mucha sed.

aguas!
Les digo que a nosotros nos dio sed. Costo del chistecito: 110 pesos.

Tuvimos suerte, y el día que fuimos estaba completamente vacío (cfr. fotografía 1), pero días como el domingo sí se llena un poquito más, aunque nunca demasiado, según nos dijo la recepcionista. Si te da hambre, ahí mismo venden algo de comida (está rica) y bebidas.

Hacienda del Muerto
Hacienda del muerto

Luego de ahí nos lanzamos a Icamole, que es un pueblo sorprendentemente pequeño y vacío. Le tengo un poquito de cariño (aunque sea simbólico) porque ahí se desarrolla una de mis novelas favoritas, El último lector. No hay mucho que ver (bueno sí, desiertodesiertodesierto) y la Hacienda del Muerto, que aparentemente tiene alguna historia terrorífica o algo así, pero lo bueno es que un tal Oscar fue y no tuvo miedo.

Oscar
Oscar es bien valiente, y quiere que todos se enteren

Nosotros al llegar encontramos veladoras apagadas en el altar, y al salir de ahí, estaban encendidas y no fuimos nosotros. Pero como en todo evento inexplicable, no pretendo que me crean y tampoco pretendo creérmela mucho. Así que les cuento que también hay fósiles en Icamole y área circunvecina, pero no nos detuvimos en eso.

vías del tren

El paisaje es muy atractivo, tuvimos el mejor soundtrack que pudimos tener para entrar en el desierto y el mejor top 5 de cosas graciosas que ocurren en el viaje. Muy chido todo. Es lindo salir de la rutina, explorar sin querer huir, compartir. Aw, qué cursi.

11 Replies to “this desert land”

  1. Increible el lugar, llevaba como un año que sabia de unas aguas termales en Icamole, pero no me di el tiempo de ir porque preferia otros viajes un poco mas lejanos de fin de semana.

    Total la informacion que encontraba era muy poca y sin muchas fotos, por lo que nunca se desperto mi curiosidad, pero viendo tus fotos… tengo que ir este fin de semana! el lugar en verdad se ve que vale la pena!

    Espero tomes en valor el hecho que nunca dejo comentarios y menos asi de largos, pero has hecho una muy buena labor de marketing.

  2. Pues ¡qué gusto que te haya sido de utilidad! La verdad es un lugar que vale mucho la pena, y yo también pasé un rato medio largo buscando alguna reseña, algo de información… que por supuesto, no encontré.
    Mil gracias por tus comentarios.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *