Abandono de blog completamente justificado: me voy en menos de una semana, y tengo miles de millones de pendientes, tanto personales como laborales. Sé que una vez allá las cosas serán mucho más deliciosas pero por lo pronto aquí me veo ahogada de pendientes. Son como hormigas, se te suben se te suben y tú no sabes por dónde empezar a matarlas, manoteas inútilmente hasta que… hasta que. O como tener un bufet enfrente, y no saber a cuál plato entrarle, y al final metes el dedo en todos pero ninguno lo terminas.
Así las cosas. Mientras tanto nada, un clima delicioso. Ojalá dure un poquito.