el mar que no es mar

Una de las cosas más locas que he hecho en esta vida (y vaya que han sido varias) es flotar en el Mar Muerto. El Mar Muerto, que para empezar no es mar, es tan pero tan salado (como 10 veces más que el agua de mar) que flotas. Plop. Así de fácil. El agua se ve muy curiosa, así como oscura, turbia, por lo que preferí mejor no ver hacia abajo (tengo fobia al agua oscura), pero en los pies sientes muchas piedras grandes, chiquitas, de todos tamaños. Algunas tienen cubiertas de cristales de sal (ouch, indeed) pero bueno, no hay que pensarle mucho, apenas el agua (quietísima, por cierto) te llega un poquito más arriba de las rodillas, te puedes echar hacia atrás… y no te hundes. Qué experiencia. Yo extendí mis piernas, levanté mi espalda, estiré los brazos hacia los lados, recargué ligeramente la cabeza: estaba completamente “acostada” en mi cama de agua. No lo podía creer. La experiencia es tan divertida y tan increíble, que simplemente no quieres salir del agua.
El Mar Muerto es el punto más bajo en la tierra (cuatrocientos y tantos metros debajo del nivel del mar) y el lodo que se forma debajo de este y en sus orillas, es famoso por sus propiedades nutrientes para la piel. Es común que los visitantes (y yo no lo sabía) se unten de este lodo en todo el cuerpo, esperen a que seque, y después enjuaguen, obteniendo como resultado una piel nutrida por montones de minerales que se siente más suavecita. Yo lo hice, y la verdad es que el resultado es admirable. Además el agua también tiene minerales por supuesto, es más, hasta se siente como “cebosa”, como si fuera un aceite muy delgadito.
El lodo es color… como azul marino, casi negro, de pronto verde oscuro. La consistencia es… ay no sé, plasticosa. Mientras más negro es el lodo, más minerales tiene. De hecho el vato que estaba ahí cuidando me regaló una bola de lodo negro, y me dijo que era buenísimo para la cara. Yo me lo traje, claro, y aquí en la casa hasta el pobre gato ha alcanzado mascarilla de lodo del Mar Muerto. Mi mamá dice que sí se siente chido, que la piel queda suavecita. ¿A quién se le ocurre traer lodo en la maleta?

He aquí al mar morido (que de neta se está muriendo)
mar morido


Flotando con los cuates
mar morido

¿Adivinen cuál soy yo? jajaja hasta embarrada de lodo me pueden encontrar :P
mar morido

Y pensar que hace menos de una semana andaba yo ahí ):
Cruel es la realidaaaad…

4 Replies to “el mar que no es mar”

  1. !Qué experiencia! De por si el lodo “normal” es agradable ya me imagino ese con hartas propiedades u_u … regreso, cruel realidad.

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