El concierto de Bunbury en Monterrey estuvo… bien. Hay muchas cosas que no me gustaron. Empezando por los músicos (*se esconde debajo de la mesa para evitar las piedras y tomates*). A mí me fascinaba el Huracán Ambulante, que no sé por qué diablos Enrique mandó al diablo por allá de 2005 (sí, cuando me rompió el corazón). Los músicos que trae ahora carecen de carisma, y yo sé que esto no es lo importante, pero la integración que pueda haber entre ellos define en gran medida la impresión que la banda en conjunto causa al público. Es como una especie de fraternidad que empieza en el escenario y se extiende a los expectadores: no sólo es importante tocar bien. Con el Huracán Ambulante, la química era evidente. Además, claro está, de la variedad musical que con el Huracán pudimos tener: instrumentos de viento metal, percusiones, violín, una amplia gama de sonidos que daba esa riqueza a las canciones, y ese sonido de big band que hacía incomparable la música de Bunbury. Ahora el sonido es más hacia el rock, cosa que no me disgustó para nada cuando escuché Hellville Deluxe. Pero en cuanto escuché sus otras canciones interpretadas con 5 instrumentos en vez de con, no sé, 10, fue cuando me empezaron a faltar cosas.
La actitud del cantate es algo que ya había olvidado. Cuando lo vi tocar con Héroes del Silencio se comportó a la altura, sin pretensiones, como el grupo que solían ser. Antes de eso, yo sólo conocía a Bunbury en solitario, cuando estaba presentando su disco Pequeño. Recuerdo que lo vi en el Escena, cuando era el Escena, muy de cerca. Y claro, le encantaba hacerse del rogar (de la manera más literal) y si no le rogabas, simplemente no iba a regresar a darte más. Con Héroes no fue tanto así, no sé quizá por eso le gusta más cantar solo. Y ahora en este concierto volví a ver al Bunbury que vi hace, no sé, 9 años. El concierto fue brevísimo, sólo para que luego de rogarle al músico, regresara al primer encore y tocara tres o cuatro canciones más, para que luego se fuera y regresara al escenario para interpretar otras tres o cuatro. O sea, casi la mitad del concierto se fue en encores.
Y no se me mal interprete, a mi me encanta Bunbury y tengo todos sus discos y es mi tercer artista más escuchado según last.fm. Pero creo que al concierto le faltó algo… la mejor parte fue, sin duda, cuando interpretó “El extranjero” y sacó un acordeonista maravilloso. Será que me gustó esa versión porque sonaba bien gypsy. Pero su versión de Lady Blue fue… sin comentarios. No me gustó ese estilo rafaelesco de cantarla, así casi declamada, algo que parece disfrutar mucho y está bien, pero no exceso. No tocó “Salomé”, que es una de mis favoritas (sobre todo en la versión de Pequeño Cabaret Ambulante). Porque ya ven que Bunbury, cada que saca disco, le cambia el traje a sus canciones anteriores para que vayan a tono con las nuevas. Y siempre me habían gustado los arreglos, porque es un trabajo interesante ese de estarle cambiando el mood a las canciones. Pero el mood de esta vez, no me satisfizo.
Otro momento memorable es cuando tocó “Apuesta por el rock n’ roll”, o “El rescate”, que no me la esperaba para nada pero en el fondo de mi atormentado corazoncito, esperaba que la tocara. Abrir con “El club de los imposibles” fue un acierto sin duda, pero luego tocó otras dos canciones que como que le quitaron fuerza al golpe inicial. Cerrar con “Al final” y “El tiempo de las cerezas” fue un golpe bajo, que ratificaba lo que dijo casi al inicio del concierto: Esto les va a doler. Pero insisto, a “Al final” le faltó la trompeta :(
Cuando salimos del concierto, me entrevistaron para preguntarme cómo había estado. Con el micrófono a dos centímetros y la cámara alumbrándome la cara, dije que muy bien, que excelente, que lo mejor del mundo. No quise exponer mi rostro en la televisión local, a disposición de un montón de über-fans que seguramente se habrían enfadado con mi opinión real, ahogados en la euforia de por fin ver saldada una deuda que el cantante tenía desde hace muchos años con Monterrey. “Saldado” por decir algo, pero yo creo que le falta pagar aún más. Por eso, si algún día lo llego a ver, yo sí le diría devuélveme el amor que me arrebataste.
Hola Magentisha!!!
Yo también estuve en el concierto del viernes, de hecho también fui al del domingo en SLP, la verdad es que me encanto, soy fan de Bunbury y la verdad es que no me decepciono en absoluto, si a algo m ha acostumbrado Bunbury es a no esperar siempre lo mismo, siempre buska nuevos sonidos y pues era de esperarse el cambio en algunos casos radical de las anteriores canciones.
Difiero de tu opinión de la banda, si de algo se han caracterizado los musicos con Bunbury es de ser excelentes en lo que hacen, aunque cada quien su opinion, yo te digo que me parecio increible el giro que le dio a algunas canciones, Lady Blue no me gusto tanto como la version original, pero me gusto en generalo los arreglos que hizo con esta y muchas canciones, El Extranjero… Sublime, Ahora casi me hace llorar, El tiempo de las cerezas, buenisima, creo que son a mi parecer las mejores de está presentación.
En fin está es solo mi opinion. Saludos
Yo comparto tu opinión en algunos puntos. No hay nada como el Huracán Ambulante, tenían feeling, los instrumentos de viento y la chica del violín que me caía bien. Él, ahora, andaba en una pose super teatral que en esta ocasión no encajaba, sí encajaba cuando le dio lo del freak show que exageraba mucho y cantó canciones menos rockeras y más llegadoras.
No me gustó que hubo momentos en los que le pegó lo Gloria Trevi subiendose a las bocinas (sin poder bajarse de reversa de lo pedo que andaba) y tirarse al suelo recordándole a los fans de adelante que él es inalcanzable. Cierto, la versión de Ladyblue fue espantosa! Las que más me gustaron fueron Alicia, así normalita, sin excesos y Sí.
Definitivamente El tiempo de las cerezas dolió mucho.
Pero me la pasé muy bien, y chinga, si él me dice: ladra, ladro. :)
Hola!
Yo no soy fan de Bunbury, jajaja, me sentí en clinica de rehabilitación… es eso ó es que no aceptan que tienen un problema.
Bueno escribo mas que nada porque me gustó eso que escribiste que siempre le cambia el mood a las canciones, en mi caso me ha tocado con algunos grupos de mi agrado, como con Jethro Tull que me tocó ver en el 2005, el cual me encanta como cada vez que escuchas una canción en un recopilatiorio, un DVD de cierto concierto ó en vivo, las canciones suenan diferentes como si esa cancion que has pasado incontables veces por tu reproductor nunca la hubieras escuchado antes, en caso contrario con Rush, que son excelentes musicos, pero escuchar una cancion de Rush en vivo es como escucharla en el disco, eso si, los hombres son unas eminencias en interpretación, pero a veces le falta ese sazon que le da un arreglo diferente.
Bueno, para variar me fui por las ramas, te mando un saludo!
Hugo
@Cheko: gracias por comentar! pero yo no dije que fueran malos músicos, jiji. sólo que les faltaba *algo*, refiriéndome a su presencia en el escenario. aunque sí, tienes mucha razón en que con bunbury nunca se puede esperar lo mismo.
@rizoma: gracias, gracias por no hacerme sentir que estoy loca y sólo yo opino eso jajaja
@hugo: ¡hola hugo! (así como en clínica de rehab, jaja) bueno es que jethro tull… yo también lo vi y la verdad es que los cambios en su intepretación son de otro nivel! nivelazo! de rush no te sé decir, no soy tan fan, pero mi hermano sí, así que no me escapo de escucharlos :) saludos!