antes y después

Nunca había presenciado una catástrofe de tal magnitud, ni siquiera cerquita de esto. La ciudad está abatida, baleada, cansada: este año ha sido muy difícil para todos. El río se comió “a mordidas” fragmentos de las principales arterias de la ciudad, por decir lo menos. Hay colonias de gente jodida que quedó más jodida, y colonias de “gente bien” que igual perdieron la casa, los carros. El lodo inunda las calles, algunas de manera literal; las retroexcavadoras tratan de poner algo de orden en este caos de piedras, ramas, basura. Ni hablar de las casas que se llevó el río, de los muebles inservibles, de la falta de agua y luz en muchas zonas del estado… y ni siquiera he enunciado la mitad del caos. Monterrey es, oficialmente, zona de desastre; aunque antes de que fuera oficial ya lo era, pero por otros problemas no relacionados con el agua.
A mi depa le fue bastante bien, sólo tuve que trapear un poco, algunas toallas por allá, un bote para una gotera. Nunca me quedé sin algún servicio, y lo más importante es que todavía tengo agua, aunque con poca presión: hoy nos bañamos siete personas aquí -no al mismo tiempo, claro. Ya tengo llenas las cubetas, los garrafones y jarras de agua, que afortunadamente tampoco ha salido turbia, he corrido con suerte. Los gatitos también están bien, tanto mis dos hijitos como la familia de Motitis que viven afuera, ahora ya están más juguetones porque hay menos agua y más sol.
La ciudad… la ciudad es otra cosa.
Sólo de pensar en todo el trabajo que requiere Monterrey para que se parezca a lo que alguna vez fue Monterrey, me agobia. Pienso en meses, quizá años de arduo trabajo y paciencia por parte de todos los que aquí vivimos. Definitivamente esta será una experiencia que contaré a mis hijos, una ciudad destruída no es algo que se vea diario. Bueno, destruída físicamente, que de lo otro… por cierto, hoy escuché balazos por primera vez. Nunca los había oído así de claro, así de cerca.
Esta imagen me dio mucha risa. Lo de los búfalos y lobos (para quienes no viven en Mty), es porque estos animales se escaparon del zoológico de La Pastora… y dice mi papá que luego los vieron en un barcototote en el que iba un señor barbón… sabrá a dónde fueron a dar :P



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Devastan a NL ‘Alex’ e inseguridad

El Norte. Monterrey, México (3 julio 2010).- Este 2010 para Monterrey es para olvidar, apenas va la mitad del año y el número de tragedias y desastres ha rebasado lo imaginable, ha hecho titubear la fuerza del regiomontano, pero no lo ha vencido.

Dos rivales son los que el nuevoleonés tiene enfrente: el crimen organizado y la naturaleza, quienes se han encargado de cobrarle la factura a la población.

Apenas corre el inicio de la segunda mitad del año, es julio, y el número de muertes relacionadas al crimen organizado, ya sea en enfrentamientos entre grupos rivales o fuerzas federales o ejecuciones, ha roto el récord con 282 decesos, según reportes periodísticos.

La guerra contra el narco se hizo evidente después de la ruptura del Cártel del Golfo con su grupo armado Los Zetas y Nuevo León es ahora una de las sedes donde corre la sangre causada por las ráfagas de metralleta.

También la lucha federal a estos grupos criminales y otros que se quieren internar, se fortaleció, pero esto está dejando decenas de muertes, incluso de inocentes.

Policías, soldados, sicarios, nadie se ha salvado de morir en estos tiroteos.

La fuerza del Huracán “Alex”, el primero de la temporada, ha devastado y colapsado todo Nuevo León.

Muertes, desaparecidos, inundaciones, puentes destrozados, y arterias paralizadas dejaron por lo menos 40 horas de lluvia que rebasó los 616 milímetros de agua en la entidad.

Incluso la zona sur y el área citrícola, dijo Jorge Camacho Rincón, director de Protección Civil del Estado, alcanzó los 800 milímetros.

Todo superó los daños causados por el Huracán “Gilberto”, a excepción de los 90 muertos reportados en el año de 1988. Hasta hoy apenas van 8.

Hasta esta mañana el gobierno local reportó 2 mil 500 damnificados, casas y residencias destruidas, principalmente las ubicadas en vados, orillas de ríos y arroyos y en las partes bajas de los cerros y montañas que rodean el área metropolitana y en la zona citrícola.

Centenares de autos arrastrados por las corrientes naturales y sobre todo la vialidad colapsada, Nuevo León está incomunicado.

Las principales avenidas como Constitución y Morones Prieto, ambas ubicadas a la orilla del Río Santa Catarina y que comunican el primer cuadro y el área norte del área metropolitana, con el sur de la Ciudad, fueron destruidas y quedaron desgajadas por la creciente del río, desde San Pedro hasta Guadalupe.

También la arteria Revolución fue destruida parcialmente en varios tramos por el desbordamiento del Río La Silla.

Esto obliga a los automovilistas a tomar otras alternativas, provocando un insólito caos vial sin precedentes.

Las carreteras que convergen y conectan a Monterrey fueron parcialmente dañadas por el agua, como la Carretera a Laredo, la Carretera a Colombia, ambas por el remanente del Río Pesquería, además de la Autopista a Saltillo, que fue obstaculizada por deslaves de la Sierra Madre.

Calles de decenas de colonias quedaron prácticamente sepultadas por piedras y lodo, las calles se abrieron, todo esto y mas lo que esté por contabilizarse, apenas en el primer semestre de este imborrable 2010.

One Reply to “antes y después”

  1. Nada más faltaban los osos para completar el team. Yo creo que la situación apenas comienza, y va a llevar meses de desviaciones, tráfico, y hay que decirlo, delincuencia la organizada y la normal. Tendremos que ser más pacientes en lo urbano y mucho más cuidadosos y precavidos en lo de seguridad en la calle y en las casas.

    Sobre todo: mantener una actitud positiva o por lo menos, tolerar.

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