En teoría este post debería pertenecer a mi otro blog, pero debido a que la boda ha pasado a ser un tema principal en mi vida -sobre todo porque ya faltan menos de 3 meses- no puedo dejarlo fuera de este blog.
Durante una época, digamos de agosto hasta marzo, me la pasé viendo blogs de bodas y revistas de bodas, obsesivamente. Leí libros sobre bodas offbeat, sobre proyectos DIY… en fin, traté de estar al pendiente de todo. Desde hace como un mes, empecé a desuscribirme de los blogs que leía obsesivamente. Poco a poco los he eliminado, quedándome sólo con mis favoritos. Dejé de comprar revistas, porque llega un momento en que te saturas, y más bien debes concentrarte en lo que concierte a tu boda y no a las bodas del mundo.
Ahora lo que leo son foros; cambié de una adicción a otra. Leo uno donde hay novias de esta ciudad, y otro que se encuentra en la página de Offbeat Bride. Y vaya que si hay drama. Nunca se me ocurrió pensar en las posibles complicaciones de una boda, y no me refiero sólo al evento, sino a todo lo relativo a los preparativos, las elecciones de decoración, comida, música, vestido… todo, y quiero decir TODO puede ser causa de un drama mayor. El otro día me reía mucho porque una novia se quejaba en un foro de que su novio no quería darle 15 mil pesos para un vestido porque le parecía demasiado. Si yo fuera su novio tampoco se los daba, pero cada quien piensa como quiere y puede. Hoy leía en un foro de OBB la historia de una chica que quiere una boda en un museo (con dinosaurios) y cuando ya tenían todo armado, enviaron los STD (“save the date”, que acá casi no se usa pero es una pre-invitación) los padres de ella decidieron que no querían pagar esa boda que ella quiere -con juegos de mesa, un vestido locochón (la chica está tatuada) y una barra de nieves en el salón de la era glacial-. Lo malo es que ahora ella no puede pagar lo que ya ha planeado y separado, y tampoco puede cambiar la fecha porque ya envió los STD.
Otra chica pelea con su suegra (FMIL – future mother in law) porque la boda será en TX, y la suegra, que vive en NY, no podrá viajar allá por falta de lana… aunque todavía falta un año y todos los veranos se va a Inglaterra. Mientras, hay chantaje y llanto para hijo (que es soldado y está fuera del país), por no haber hecho la boda cerca de su mami.
En fin, hay tantas y tantas y tantas historias… es como ver varias telenovelas al mismo tiempo. La diferencia es que estas son reales. Y así hay muchas chicas, y uno que otro chico, leyendo, comentando, dando consejo y consuelo a perfectos extraños. Hasta a mi me ha tocado exponer mis penas y dudas, y de verdad que los consejos de tantas novias me ha ayudado en algunos de los casos.
Lo que sucede es que en una boda, y en la organización de, hay muchos sentimientos expuestos, de muchos tipos. Por lo tanto es bien fácil regarla, salirse de “lo deseado”, mandar a la chingada la etiqueta sin querer (o intencionalmente) y crear tremendas broncas…
Por eso, espero con ansia el momento en que el avión despegue del suelo y nos aleje, a mi y a mi entonces esposo, de todas estas complicaciones. Estoy segura de que será el primer vuelo transatlántico en el que podré dormir como bebé.
Me imagino que ya has escuchado este consejo, pero acá va: no te estreses, una boda es para disfrutarse y ser feliz. La verdad es que me llama la atención cómo el tema de la boda, sobre todo en mty y sin importar qué tan diferentes sean las novias, se convierte en un tema de tanto y tanto estrés. ¿Qué más se necesita realmente aparte de los novios y la buena vibra de los que te acompañan? En resumen: sé feliz.
Gracias por tu consejo, Xit :)
Pero mira, la felicidad no se contrapone al estrés (o sea, soy feliz y disfruto cada preparativo, lo que no significa que no me estrese), pero la verdad es que tendría que explicarte por qué, más allá de las expectativas sociales que tiene esta ciudad en el tema, al armar un evento de esta índole es imposible no estresarse. La mejor manera de no estresarse es no hacer una fiesta grande: son tantos los detalles que debes considerar, el costo, malabarear con las opiniones ajenas y las propias sin herir susceptibilidades… y vaya que nosotros estamos haciendo las cosas bien diferente a lo “normal”… lo que ahora me hace preguntarme si quizá esta es la razón de que se vuelva más complicado. En fin, la cosa no es para nada sencilla. Si bien los ingredientes esenciales son esos que tú mencionas, estarás de acuerdo en que por más romántico que suene, no es lo único que se necesita. Necesitas un lugar donde ponerlos y algo qué ofrecerles. Y por más básico que suene esto, implica: un contrato o varios, dinero, detalles. Y nosotros que somos católicos queremos una misa, lo que implica otro tanto. En resumen: soy feliz, pero tendrías que ponerte en mis zapatos -de novia y de persona obsesiva- para ver la magnitud de las cosas.