La noche se acaba minuto a minuto, y yo sigo teniendo esa desesperante sensación de ausencia. Tiene que haber algo, alguien, aquí en internet, desde la limitación de mi ubicación física, una voz que resuene y me conteste sí, yo también estoy igual de solo. Pero los minutos siguen avanzando y nada sucede. Me consuelo con mi propia voz, la interna, la que surge en mi cabeza mientras escribo estas palabras.
Y al final, sólo me queda escribir, porque la escritura es el paliativo de los insomnes solitarios.
Y al final, sólo me queda escribir, porque la escritura es el paliativo de los insomnes solitarios.
Sí, lo es… un paliativo, como cualquier otra enfermedad radical, el ser así resuena siempre hasta lo más adentro y torna las reacciones, como el cáncer o los males congénitos. Sólo restan los paliativos, que en su mayoría son sedantes, no amainan el padecer, sólo hacen que el dolor disminuya momentáneamente… a veces quisiera que me decorticaran…
Bueno yo también creo en las señales, hoy me siento un poco así…
…quiero que me pase algo, o alguien.
Ah pero este texto fue escrito hace días, disculpá es que no soy muy bueno en esto de los días. Me dí cuenta que el único rostro de esta página es Italo Calvino, ese entrecejo inolvidable, quizá el unico hilo conductor en esta noche. Y ahora de golpe recuerdo como llegó ese libro a mis manos. Una tarde una chica llamada Luz, se lo robó a un profesor llamado Orestes, y me lo dio a mí que ve tu a saber como demonios me llamo.
…quiero que me pase algo, alguien.
pero no cualquier cosa, que se yo lo que quiero, si supiera no seria tan, tan… es que mira, dicen los de la teoría del caos que un aleteo de una mariposa y etc… la cosa es que yo solo llego al cafe y me siento y bebo y fumo, y nada hago, entonces nada pasa, y subo al camion y viajo y miro, y nada hago y nada pasa, y asi… entonces no le sigo mucho el juego al azar.
Pero aca estoy yo, queriendo aprender a subir las escaleras al revés, hay que aprender a abrir la puerta para ir a jugar, ya lo dijo un tal Julio, y claro que estoy solo mire usted, aquella noche ha días atras, soñé que me enamoraba de una rubia (no soy muy adepto a las rubias, pero esta era especial) y todo era muy bien en el sueño, no era nadie que conociera, pero al despertar nunca pude recordar su rostro, su nombre, su textura.
Entonces después de ese sueño me he sentido como si hubiera perdido a alguien, pero vea usted estoy tan solo que anadie tengo.
Botella arrojada al mar…
wow. vaya que fue una botella al mar: qué sorpresa encontrar este comentario. pero lo encontré, y lo leí, y me gustó, y es lo que importa.