Cometí uno de mis pecados favoritos: fui a Zara y gasté una cantidad estratosférica (bueno, ni tanto) de dinero en una chamarra bien chida. Para el frío que hace en Monterrey (o sea, nada) y mañana que intente sacar dinero del cajero y ¡oh sorpresa! me lo gasté en frivolidades. Lo siento, así soy y me chingo. La neta es que está bien chida.
No me acuerdo qué soñé. He estado durmiendo muy mal, me levanto con náuseas y sin ganas de bañarme. Para todos aquellos dispuestos a saberlo, y para los que no lo estén, que también lo sabrán: hoy no me lavé el cabello. Eso me ahorra 10 minutos en mi baño diario y 7 en mi arreglo, lo que equivale a 17 minutos más en la cama. A veces hay prioridades.
Dos de mis personas favoritas cumplieron años en la última semana, y a ninguno de los dos les escribí. Algo pasa.
Quiero escribir un cuento pero no sé de qué. Como que traigo mucha ansiedad, y no se me quita con nada. Quizá escribiendo. Pero qué. ¿Se nota? mi estilo fragmentado y mi brincoteo entre temas inconexos y pobremente elaborados.
El título de este post viene de una canción de La Prohibida que está buenísima.
Ya, conéctate al messenger maldita sea. Qué no ves que tengo sueño.
no te sientas sola, la vanidad y la frivolidad tabien son parte de mi vida. saludos buen post. :)
¿Qué tendrá la ropa de Zara que hasta la de los bebés queremos comprar?
Me pasó algo parecido con el “Monedero Electrónico” de Liverpool, compré unos guantes de piel, y me bonificaron dinero para comprarme un sombrero, que me bonificaron para comprerme de una vez la bufanda, que me bonificaron y aun no sé en que gastarlo… y así , como tarea de Sísifo…
Un beso muy grande
La ropa de Zara es como un vicio, seguro que algún hechizo tiene or que yo no puedo comprar en ningún otro lugar!!!!!