Ayer fui al concierto de In Extremo, y estuvo con madre. Claro, yo de imbécil empecé a “pistear como un campeón” (cfr. youtube) y terminé ebria, aún sabiendo que al siguiente día me levantaba muy temprano. “Levantaba”, del verbo “se chingó por culpa de la pinche cruda”. Obviamente no me pude levantar, llegué tardísimo, sentía que si me paraba de la cama iba a vomitar lo que comí antier. Ya he perdido el toque, la magia, ya no puedo parrandear entre semana ni beber más de equis cantidad de cervezas (donde “equis” equivale a una cantidad tan ridículamente pequeña que me avergüenza escribirla aquí). En fin, eso me pasa. Espero hoy dormir bien, y recordar que soy una abuelita. Zaz.
“Adiós, cielo azul, es la pieza que acabamos de escuchar de La Pared…” cómo me caga que traduzcan los nombres de las canciones y los discos. Aunque bueno, The Wall en el radio… pues que lo pongan, y que digan los nombres de las canciones como sea.
Primero fue la chocheada, ahora la cruda, la siguiente es estar haciendo fila para la credencial del INSEN.
Y que tiene de malo que traduzcan las canciones? El Museo del Rock oerderia sentido si Poncho dijera los nombres en ingles.
Yo quiero saber la cantidad que la variable “x” aplicada a cervezas representa…
Plis!
Comparemos valores ;)
Yo por eso ya me voy a jubilar, debido a lo avanzado de mi edad, a ver si alconzo leche LICONSA y me dejan entrar al metro gratis ( ok, fue sarcasmo)
p.s. !No!
¿fuiste a ver a In xtremo?, te odio chorros ;)
Es el mal de nuestros tiempos, ya nadie puede divertirse como antes. Quizás sólo sea mala memoria, y antes tampoco aguantábamos tanto alcohol, ni tanto desvelo. Quizás sea que tener que ganarnos la vida (el pan, las chelas, la renta…) haga al cuerpo más eficiente en el capital requerido para hacernos perder el control.
MA