stranger than fiction

Toda la gente que tiene un poquito de cerebro sabe lo que es la ficción. Los que tengan un poquito más de cerebro que un poquito, sabrán que la ficción no necesariamente significa una mentira, sino algo que potencialmente puede pasar en la “realidad” –being la realidad de la mente del escritor. O sea, sí, es una mentira, y no, al mismo tiempo, viendolo de manera muy simple.
Cuando uno escribe un cuento, con el simple hecho de ponerle “cuento”, ya entra al mundo de la ficción. Incluso habrá quien dude de la veracidad de la Historia misma, o de las noticias: ¿será el librero un parámetro para diferenciar lo que ocurre en la realidad de lo que no? En fin. El punto es que la ficción invade todos los aspectos de nuestra vida, desde el momento en que contamos una anécdota desde nuestra perspectiva y agregamos dos o tres palabras que no iban, un pequeño giro en la historia para hacerla más interesante, o simplemente, algo que contamos en un blog.
Con todo eso, algo que se encuentra evidente e intecionalmente colocado dentro de un espacio que dice “ESTO ES FICCIÓN”, es porque verdaderamente lo es. Es decir, la no-mentira, cuyos personajes existen o no, cuyas acciones ocurrieron o no, cuyos espacios se encuentran o no, pero que definitivamente fueron conjugados con la simple intención de entretener a un lector potencial o darle forma algún sentimiento creativo.
En pocas palabras, si es un cuento no significa que necesariamente haya sido Verdad. Hasta ahora, creo que todo está muy claro.
Pero hay gente para la que no.
Resulta, que hay cierto grupo de personas pertenecientes a cierto ámbito laboral del que alguna vez fui parte, que INSISTE en que yo hice algo. Ese “algo” que yo hice, no es nada más ni nada menos, que un cuento que yo escribí hace… más de un año. Sí, así de pendejo como suena: ellos creen que lo que hizo el personaje principal en el cuento REALMENTE fue verdad, es decir, que el personaje soy yo y lo que cuento realmente ocurrió. Y cuentan la anécdota tal cual la pongo en el cuento, y obviamente se escandalizan y dicen ¡oh! y se llevan las manos a la cara con gesto horrorizado: “¡ese monstruo!”.
Yo sigo sin poderlo creer. Por obvias razones no pondré aquí ni el cuento, ni la anécdota, pues me niego a que tal mentira y difamación se siga extendiendo. Lo peor del caso, es que este chisme viene de la boca de PSEUDO-ADULTOS, que dadas sus características deberían saber lo que es FICCIÓN y lo que no es. Tristemente, y repensando la oración anterior, esa gente es tan pendeja como para darse cuenta de eso. De seguro son de esas personas que salen del cine y dicen “órale, no sabía que los gremlins eran tan peligrosos” y utilizaron en su último viaje a Europa el Código Da Vinci como si fuera un libro de la serie Lonely Planet.
El asunto aquí es que me purga que -otra vez- algún malintencionado habrá descontextualizado mi cuento, colocándolo en el plano de lo “real” y creándome así una historia que no corresponde a mi universo de lo real-tangible. Vamos, ustedes me entienden. Es sumamente molesto tener que molestarse por cosas tan idiotas, pero es que la misma idiotez del caso le confiere al enojo un extra que hasta da comezón.
Pero no vale la pena seguir dando vueltas sobre lo mismo, sólo agregaré que mi venganza será implacable en cuanto descubra quién asegura semejante estupidez. Claro, iré a pararme enfrente de la persona en cuestión y le embarraré en la nariz el cuento para que se de cuenta de lo idiota que fue. He dicho.
A la otra, escribiré un cuento sobre una sádica asesina en serie con mi nombre, santo y seña, a ver si así le piensan antes de meterse conmigo.

7 Replies to “stranger than fiction”

  1. hay algo mejor que avergonzarse y sentirse expuesto.

    hacer sentir vergüenza a los demás, provocarles incomodidad, no por la fuerza, sino con estudiados comentarios acerca de su clasemediera moral y su triste existencia falta de libertad. si, eso es mejor.

  2. Se me hace que todos andan bien sugestionados por lo del poeta caníbal. Creo que ese siempre es el morbo entre lector y escritor, el pensar si acaso lo que escribe en realidad lo ha vivido. Por mi parte yo prefiero pensar que no, porque entonces le resto creatividad y que chiste. Aunque ahora que lo mencionas cuando Anais Nin escribió sobre incesto de una forma sensual más que condenatoria la gente también se inquietó.Pero en su caso sí había pinceladas de realidad.

    La expresión es gratis, y jamás daremos gusto. Quizás te tienen envidia, es lo más seguro. :)

  3. axa: lonely planet los libros. es un ejemplo solamente :P

    rizoma: sí, nunca vamos a dar gusto. no que interese particularmente, pero de pronto es un poco latoso. gracias por comentarme :)

  4. ¡Ja!, lo que son las cosas. Estoy escribiendo y dibujando una historia para un concurso de comic macabro, estaba pensando si sería peligroso aderezarlo con tintes de realidad (obviamente tomados de mi vida, que es de lo que más tengo material).

    Pero dado lo que te pasó a ti, da lo mismo si lo hago o no… así que más que ligeras pinceladas, voy a darle con la brocha completa.

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