making christmas

No voy a hacer la reflexión anual sobre el día de navidad, ya saben, la de siempre. Este año creo que por fin descubrí por qué no me gusta la navidad, gracias a un acertado comentario del Piantao (tiene sus momentos de lucidez, no crean). Y es que sí, navidad es toda una fórmula que no todos podemos seguir. Una fórmula que te dice de qué manera debes ser feliz y con quién y comiendo qué y regalando qué y envuelto cómo. Y TODO eso debe hacerte feliz, desde los tamales ad nauseam, hasta los villancicos de toda la vida (el domingo pasado casi lloro porque AL FIN alguien le cambió el ritmo a “los castores pastores a belén”), el arbolito, el consumismo… en fin. Ya, ahí le dejo. Lo chistoso es que cada vez hay más “posadas”, que más bien son como reuniones donde la gente se embriaga para olvidarse (más) de ese mítico “verdadero” sentido de la navidad, y que todo el asunto de la compradera compulsiva de regalos sea más llevadero.
Pero a ver, intentaré hacer algo distinto este año, trataré de enlistar al menos 5 cosas buenas de estas fechas. Veamos.

1. Nightmare before Christmas. Sigue siendo una de mis favoritas, aunque sus imágenes estén ya tan prostituídas, desgastadas y sean estandarte de los emos.
2. Chocolates al por mayor. Nada que explicar.
3. El calentador de café que mi mamá se ganó en una rifa. Vean nomás.

cafecaliente
Tacita de 12 pesos, calentador gratis. Gloria garantizada.

4. Los castores a Belén (o mejor dicho, “vamos castores vamos, vamos a Belén”).

5. Y por último, lo mejor de la navidad: Ozzy. Aunque en este preciso instante me odie por hacer pública esta imagen de él.
ozzyreno
Awww, ¿a poco no es super adorable?

Que la locura y la histeria navideñas pasen pronto y sin dolor. Esos son mis mejores deseos para ustedes, queridos lectores.

3 Replies to “making christmas”

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