mi blog me castiga

Si no he entrado a escribir con frecuencia últimamente, se debe a múltiples razones, entre ellas: no puedo entrar al dashboard. Pongo admin, pongo password y nada. Lo que tengo que hacer es entrar por ftp, borrar todos los plugins, y una vez que estoy dentro, volver a colocar los plugins. Luego cuando coloco los plugins, se desconecta y tengo que hacer todo el numerito otra vez. Es más, ahorita estoy escriendo este post desde notepad. Dicho de otro modo: hueva.
Otra de las razones (y quizá la más importante) es que no tengo absolutamente nada interesante sobre qué bloguear. Y si acaso se me ocurre algo, entra la razón número tres (y quizá la más determinante): estoy enmarasmada. Ya sé que esa palabra no existe, pero tampoco existe otra más precisa para describir mi estado. Ya le eché la culpa al clima, a la alergia (que no sé si es tal), al cansancio (que no sé si es tal), a la apatía (que no sé si es simple amargura) etcétera.

Pero en temas más felices, tengo unas pantuflas de gatito que me compró el Piantado. Luego les enseño unas fotos.

Por cierto: mi blog sí se llama así. Es que el otro día recibí un mensajito de alguien por alguno de los sitios de redes sociales y me dijo “entré a tu blog… pero vi que estaba en construcción, entonces mejor regreso luego”. Jijiji. Este blog está en construcción perpetua, así como quien escribe estas palabras. Pero ahorita los albañiles tienen hueva, so…