lâle

Sultanahmet

“Lâle” es la forma persa (y turca) de referirse al tulipán. Aunque normalmente se relacione el tulipán con Holanda, la flor comenzó a cultivarse comercialmente durante el Imperio Otomano. Dicen por ahí que durante el reinado de Suleyman el Magnífico, una carga de tulipanes en bulbo llegó a Holanda. Como los holandeses no sabían que se trataba de esta flor, pensaron que eran cebollas y se las comieron. Hasta después se darían cuenta de lo que verdaderamente albergaba ese cargamento.
Otra historia dice que fue el embajador de Fernando I quien introdujo esta flor al resto de Europa, dado que llamaron su atención por encontrarse hermosas incluso en invierno, siendo una época poco propicia para las flores. Lo cierto es que con el tiempo se convirtió en motivo poético en la literatura tanto persa como turca y hasta llegó a ser considerada como un tipo de cambio durante el “frenesí” por los tulipanes a principios de 1600.
Los turcos también estaban obsesionados con estas flores, de modo que siempre se exhibían en solitario en los jarrones, ya que era inaceptable que, por su gran elegancia, esta flor se mezclara con otras. Para los turcos, en el lenguaje de las flores, regalar un tulipán significa “me consume (como fuego) tu belleza”, lo que se explica con el color negro del centro de la flor, que representa el corazón consumido hasta ser cenizas.

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