Siete años después

Dicen por ahí que los blogs “ya no están de moda”. Yo no creo que esto sea cierto, por lo menos no así; sigo viendo crecer la comunidad de blogueros y la aparición de otras formas similares al blog, que ciertamente muestran ciertas diferencias a como era el blog “cuando empezó”. A mí me divierte tener un blog aunque a veces lo abandono, es agradable pensar que hay un espacio de contacto (virtual y no necesariamente efectivo) entre mi ronco pecho y el exterior (whatever that means). O dicho de otro modo, me encanta que siempre hay un lugar en el que puedo venir a quejarme y sentirme como Mafalda subiéndose a su banquito para gritar.
Lo cierto es que este blog está cumpliendo siete años, lo que significa que tengo como 9 años de bloguera. Sé que no es algo que tenga que poner en mi currículum, pero viendo hacia atrás (y hacia adelante también) veo con gusto que la palabra escrita me sigue acompañando, no como aliada necesariamente (¡cuántas discusiones hemos tenido!) sino como salvavidas: qué sería de mí.
Sé también que antes escribía mejor que ahora, o como dicen, “todo tiempo pasado fue mejor”. Quizá es porque era más azotada, ahora, para el bien de mi salud mental y de mi corazón soy muy feliz, y desgraciadamente es poco probable que la felicidad me lleve al azotamiento escritoral (sic). Creo que ahora soy mejor lectora que escritora, pero este es otro tema del que quizá hable en otra ocasión.
Mientras tanto, hay mucho de mí que puede entenderse en este blog. Desde mis obsesiones hasta mis frivolidades, desde mis pensamientos más obscuros (según) hasta la tontería más tonta. Este es un mapa que delata mi geografía, una escultura ególatra a disposición del escrutinio público, un parque de diversiones que no es del interés de todo el mundo. ¿Y para qué? nos preguntamos todos. Para qué dedicarle tanto tiempo a una construcción tan estéril. No tengo una buena respuesta, pero de momento me gusta pensar que si nunca llegase a escribir un libro, esto sería lo más cercano.
Felicidades, querido blog.

2 Replies to “Siete años después”

  1. Si bien los blogs son un buen ejercicio personal, casi de monologo, también sirven para que otros vean a quien escribe y de paso un poco a si mismo (o creo que eso me pasa) Felicidades por estos 7 años!

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