la desviación (y cómo cambió mi vida)

Cerca de donde vivo están construyendo un paso a desnivel (o algo así), y no muy lejos, otro. O sea que hay dos avenidas grandes con bloqueos graves, y todo el tráfico se desvía quién sabe a dónde. Bueno sí se sabe a dónde, sólo hay que tomar las “vías alternas” en hora pico y ay mamita. El asunto es que mucho del tráfico que desvían está pasando por una calle muy cercana a mi depa: de por sí el asunto ya era medio ruidoso, pero era un ruido al que te acostumbrabas luego de unos días. Ahora el asunto es francamente insoportable, el ruidazo es insoportable sobre todo a hora pico. Hay una esquina en la que TODOS los días hay choque, al menos uno diario. De verdad estoy pensando en iniciar otro blog, con cobertura fotográfica de los choques y hasta webcam, con eso que desde mi casa se ve. Obviamente las frenadas y las mentadas de madre están a la orden del día, joer, creo que hasta camiones urbanos pasan por la esquina.
El asunto no es sólo el tráfico y cómo desmadra el trayecto al estudio de danza o a la casa de mis padres (o la carnicería, la frutería, la tortillería, you name it) sino la gente. QUÉ DIABLOS PASA CON LA GENTE. Manejan como si estuvieran encabronados por todo, como si la desviación fuera culpa del coche de adelante, o del que está al lado. Digo, es que una cosa es manejar mal (como normalmente lo hace mucha gente en esta ciudad) y otra cosa es poner todas tus frustraciones y tu odio al volante; juro que antes no era así. Antes de la desviación, al menos. Y es que ¿cómo se les ocurre desviar tráfico en dos avenidas tan grandes, tan cerca, al mismo tiempo? Es como alterar un hormiguero de hormigas rojas, es una broma de mal gusto, es una planeación muy mala por decir lo menos.
Hoy me dieron un susto que ya me quiero borrar de la cabeza. Resulta que por primera vez en la vida hice una seña de “tranquilo” a una camioneta que no observé detenidamente… o sea que no me di cuenta de que era una escalade negra, limpiecita, con vidrios polarizados. Estaba yo metida en el rollo de “mucho tráfico, gente descortés, hora pico, desviación, semáforo lento” etc etc y no me di cuenta de que la camioneta que me estaba tocando el claxon insistentemente decía “QUÍTATE SOY UN NARCO”. Después de que le hice el gesto (algo así como mover la mano de arriba a abajo con la palma hacia abajo, diciendo “tranquilo”) la camioneta me rebasó violentamente, se colocó frente a mi, se frenó (en este momento me di cuenta de mi error) y como el semáforo estaba en rojo, me hice la loca viendo a otro lado laralaralarala… cuando desvié la vista un poco al frente, sólo alcancé a ver cómo el tipo tenía el vidrio abajo y toda su horrible carota se reflejaba en el espejo lateral, me hacía el gesto de silencio con el dedo índice mientras articulaba “cállate el hocico”. No sé si me dijo o mostró algo antes de eso, sólo sé que me espanté porque el hombre ese tenía la cara de los hombres que salen en el periódico identificados como maleantes/narcos/loquesea. O sea, un rostro que no correspondía al precio de la camioneta, al menos no a nivel estético. El semáforo lento lento, yo moría de nervios, el semáforo en verde y lo dejé que se adelantara, lejos, lejos, y yo mientras más atrás mejor. Tomé otra ruta y lo perdí de vista, pero para entonces el asuntito ya me había robado la paz.
Ya no puedes hacer nada, ni un gesto, ni ponerte al tiro, ni tocar el claxon, ni manifestar la frustración: no sabes cuándo puede ser alguien armado, ya no digamos con armas de fuego, algún loco con un bat, qué sé yo. Claro que por el clima de paranoia e inseguridad que se vive en esta ciudad, ya todo coche nuevo, negro, grande y con vidrios polarizados puede ser un potencial narco. Ni siquiera voy a entrar en detalle, la situación es deprimente, frustrante: súmale las desviaciones y agradece que todavía no es verano, ahí sí a ver quién nos rescata.

beam me up, scotty

Antes de que lean todo y después digan tristemente “buuu eso no tiene nada que ver con Star Trek” os lo advierto: esto no tiene nada que ver con Star Trek más que tangencialmente. Ya luego verán por qué.
Dicho lo anterior procedo a la queja cotidiana que inicia con forma de pregunta: ¿alguna vez se han preguntando cuánto tiempo gastan durante su día en trasladarse de un lugar a otro? ¿cuánto esperando el camión o cuánto buscando estacionamiento? Yo no quiero ni hacer cuentas, porque si las hago me traumo.
Realmente son pocos los lugares en los que tenía que estar ayer, tres a lo más. Y todos están bastante cerca. De mi casa a la escuela hago 15 minutos a lo más, pero con eso de que cambiaron la maldita circulación de las calles aledañas a la escuela, todo es un maldito caos. No entiendo la lógica, a menos que la lógica sea causar crisis nerviosas a estudiantes obsesivitos como yo. Y eso sin contar el tiempo que tardo en encontrar estacionamiento, porque no sé si lo sabían, pero los estudiantes tenemos que pagar si queremos estacionarnos dentro de los terrenos de la escuela. Ajá, es lo que digo. Pero bueno, cuando voy a clase regularmente salgo de casa una hora antes: los diez-quince habituales más otros quince (que pueden ser más, pueden ser menos) en encontrar dónde dejar el coche que no sea demasiado lejos aunque a veces resulta ser milagrosamente cerca (por ejemplo, frente a la puerta que está a un lado del edificio donde tengo clase, o algo así). El punto es que regularmente pongo pie en la escuela unos 20 minutos antes de la clase: muy pocos para hacer una lectura decente pero muchos para esperar simplemente afuera del salón sin hacer nada. Resumen: ahí va una hora perdida en nada.
Cuando salgo me toma otro tanto en caminar hacia el coche, salir del tráfico, entrar al tráfico, salir del tráfico, llegar a casa. Normalmente una media hora, a veces más. O sea que de fijo, cada que voy a la escuela pierdo una hora y media en traslados. ¡Una hora y media para menos de 20 km recorridos! y eso que voy en coche, no quiero pensar cuánto sería en camión.
En fin, esto por cada lugar al que asisto. Con todas las desviaciones que han montado cerca de mi casa, llegar al estudio donde doy clases de bellydance me toma 200% más tiempo que cuando no había desviaciones. Vamos, no me molesta en el sentido de “estoy perdiendo mi valiosísimo tiempo”, más bien creo que podría ser tiempo mejor utilizado. Por eso a veces prefiero no salir de casa, o permanecer lo más posible en otro lugar y no estar cambiando de sitio a cada rato.
Supongo que mi caso no se compara con el de otras ciudades mucho más pobladas… es que acá en Ranchorrey cada vez hay más y más coches, lo que es inversamente proporcional al talento de los conductores. Por eso creo que si tuviésemos un buen servicio de metro, nada de esto estaría pasando. Pero no lo tenemos ni lo tendremos y tal, así que no queda más que apechugar -al menos hasta que podamos teletransportarnos. Sí, a la Star Trek.

Se busca un antro

Queridos lectores de Monterrey:
Ustedes que de seguro todavía salen por las noches (yo me quedo encerrada en casa los fines de semana, regularmente trabajando pero a veces viendo pelis) a lo mejor sepan de un antro/bar/café en el que pueda organizar un evento. La cosa va así: el espacio no tiene que ser muy grande (calculamos unas 50 personas) pero sí debe tener aunque sea un pequeño espacio para bailar, ya sea que lo tenga por default o que se puedan mover las mesas. Si es un forito, utts, me harían super feliz.
El lugar en cuestión lo necesitamos para un hafla, o digámosle, fiesta tribal/balkan/arabosa/gipsy, etc. en la que bailarán (por gusto) muchas hermosas chicas venidas de diferentes lugares de la república mexicana y quizá del extranjero… es una fiesta para todo público, donde pistearemos y escucharemos la música más prendida que no nos permitirá mantenernos pegados al asiento.
No tiene que ser necesariamente en barrio antiguo, pero sería muy bueno. Yo hace MESES que no voy y no tengo idea de qué hay/no hay. Pero, ¿a ustedes les suena algún lugar donde podamos hacer esto? Les agradeceré infinitamente su ayuda.

Magenta y el taller sobre blogs

El jueves 15 de octubre (o sea mañana) daré un taller sobre blogs junto con Issa, dentro de las Jornadas de Expresión en Línea de la FIL. Será a las 19.00 hrs en la sala 104 de Cintermex. Ojalá que puedan ir :)
Estaré menos magenta y más morada que la última vez, pero bueh.
Más info.

Se busca hombre

El Colectivo Nuray se encuentra actualmente en búsqueda de:

– Hombre (actor/poeta/lector/aficionado a la poesía, o todas juntas)
– Buena voz y dicción
– Gusto por la literatura
– No es necesario que tenga experiencia actoral, pero sí es favorable
– Responsable

Para trabajar en proyectos multidisciplinarios de promoción a la lectura, entre ellos, el performance Siete Días, que se ha presentado ya en 2005 y 2008.

Los interesados pueden presentarse el día jueves 20 de agosto a las 19:00 hrs en el Auditorio de la Facultad de Filosofía y letras de la UANL. Favor de traer su poema favorito.

Para mayores informes, pueden comunicarse al email: susana.re@gmail.com, al teléfono (044) 811-255-2820 o visitar la página http://sietedias.estigia.net/

colectivo_nuray

de cómo perdí mi camiseta en un extraño asalto

Nunca me habían asaltado en Mty, hasta el martes pasado.
Estaba afuera de un oxxo que está sobre Lázaro Cárdenas, bastante iluminado y con muchos visitantes, eran como las 10.15 pm. Estábamos un amigo, una amiga y yo, y llevábamos ahí como 5 minutos, ellos habían llegado en un coche y yo en otro, y le estaba pasando unas cosas a mi amiga, y ella me estaba entregando una camiseta de Bunbury que le acababa de comprar a un amigo de ella. El punto es que ya nos estábamos despidiendo, cuando de pronto se acerca un tipo de camiseta blanca, medio panzón. Cuando yo lo ví venir, pensé “nos va a pedir lana”, tenía cara medio lastimera, pero jamás se me ocurrió pensar “nos va a pedir lana a punta de pistola”.
Se para entonces a nuestro lado, sacó la pistola de abajo de la camisa y dijo algo así como “puess… necesito dinero… celulares, dinero, todo lo que traigan”. Nosotros tres nos quedamos así como en shock, tardamos algunos segundos en reaccionar. El tipo nos apuró. Mi amigo sacó su celu (con el que llevaba como un mes), mi amiga sacó su celu bien viejito y le dijo al asaltante “¿te sirve esto?” con cara de “¿estás seguro de que quieres este celular?” y yo me palpé el pants y le dije “nombre, yo no traigo, ni siquiera traigo bolsillos”. Luego se palparon los bolsillos y le dieron como 70 pesos en moneditas. Y según yo, para distraerlo y que no insistiera, extendí la mano y dije “nomás tengo esta camiseta”, la cual tomó rápidamente y corrió, para luego subirse a una camioneta blanca con vidrios polarizados y placas de Tamaulipas (so cliché).
Al minuto de que esto sucediera, pasó una patrulla de la policía estatal, la cual detuvimos rápidamente para comentarle lo sucedido… la patrulla se fue rechinando llanta (jajajaj) y la neta dudo que hayan logrado agarrarlos, pero en mi mundo de arcoiris, hadas y unicornios, espero que sí.

Ya luego de que pudimos procesar el hecho, realizamos las siguientes observaciones:
1) Qué bueno que mi celular no sonó, porque sí lo traía pero en el bolsillo de la sudadera. No se lo dí porque me dio un chingo de coraje… bueno en realidad fueron varias cosas. La primera es que el asalto fue de lo más extraño, porque el tipo no fue particularmente agresivo en su actitud -ok, ok, una pistola no es un caramelo, aún así no nos hizo sacar carteras (yo traía mi cámara digital y lana, mi amigo traía un buen de lana en la cartera) y se llevó dos celulares que mis amigos bloquearon al siguiente día, y setenta pesos. Entonces no sé, en ese momento no pensé “me la voy a jugar, ñaca ñaca”, simplemente no le di el celular…
2) Siguiendo con lo extraño del asalto, creemos que los celulares los querían para hacer “de esas” llamadas, así que mis amigos inmediatamente marcaron a sus casas para avisar lo sucedido. Otra posibilidad, es que al tipo lo hayan traído “paseando” porque les debía lana (a los demás tipos que iban en la camioneta) o algo… porque la verdad es que la actitud era más bien pasiva… como… como si no quisiera asaltar.
3) El tipo se subió en la parte de atrás de la camioneta, lo que indica que al menos iban dos personas más ahí. Dicen que últimamente por acá por la zona han estado asaltando en los oxxos y sevens, y normalmente es uno el que atraca, pero no viene solo.
4) Pude no haberle dado la camiseta de Bunbury :( pero en algún lugar de mi cerebro apareció la idea de “así se queda con la idea de que le diste algo y no te insiste en que busques otra cosa”. Aparte era talla 14-16, jajaja quién sabe dónde estará ahorita.
5) Moraleja: nunca más quedarse platicando en un lugar así, por más seguro que parezca y menos de noche. Lo cual es triste, muy triste, porque por mi casa hay muchos parques, y a veces se antoja ir a sentarse en las banquitas cuando ya refresca en la noche.

El asunto es que cuando ves una pistola, no te pones a pensar si será de verdad, de plástico, de postas, de agua, de lo que sea: es una pinche pistola y no le vas a decir al asaltante “a ver señor dispárele a ese árbol a ver si es de verdad su arma”. Yo, la neta, vi la pistola y sentí cómo se me fue la sangre al piso. No falta el amigo que te dice “nooombre yo le hubiera dado una patada, y luego agarro la pistola, y luego doy tres maromas en el aire y…” pero como dice el refrán “a maestro de espada, aprendiz de pistola”, que en su sentido original no aplica pero si lo tomas literalmente tiene mucho sentido.
Pero bueno, me subí al coche, manejé a mi casa, le conté a mi familia. Me tardé un poco en tranquilizarme, más que por estar asustada, porque estaba ENCABRONADA y lo sigo estando. Los niveles de violencia que ha alcanzado esta ciudad son INTOLERABLES, INACEPTABLES e INSOSTENIBLES. La neta uno hace lo que puede, pero hay cosas que no le competen al ciudadano común, y desgraciadamente dependemos de un “poder” que no hace lo suyo. Pero para qué me quejo, si todos ustedes ya saben todo esto. Nomás cuídense mucho.