tomorrow never comes until it’s too late

No hay nada que deteste más en este mundo que Una de las cosas que detesto más en el mundo es tener que levantarme temprano. Siempre he trabajado mejor de noche que de día, eso desde que estaba en la licenciatura, cuando me tenía que desvelar leyendo y escribiendo ensayos. Luego me desvelaba revisando ensayos, y ahora me desvelo tonteando, pero bueno, el punto es que me pone de muy mal humor levantarme temprano.

Ponerse en pie a las 5 ó 6 de la mañana es simplemente impensable para mí, sobre todo si es de lunes a viernes. Levantarse a las 7 es un suplicio, a las 8 podría considerarlo, a las 9 empieza a tener sentido. A las 10 creo que es una hora saludable. A las 11 si flojeas rico. Por supuesto, las cosas no funcionan así (al menos para mí) y desde el lunes pasado tengo que levantarme temprano, ahora sí. Es lo malo de tener un trabajo fijo, cuando estaba de freelancer podía hacer lo que me daba la gana, pero siempre me quejaba por no tener una rutina.

Conclusión: ni modo, a acostumbrarse a levantarme temprano.

En una nota aparte, quiero decirles que la culpa de todo la tienen los románticos. Sí, esos weyes que se pusieron a desear más de lo que podían tener, y por eso murieron solos, tristes y deprimidos. No me refiero a cosas materiales. Es lo malo de clavarse en la textura: sobreanalizar, pensar demasiado las cosas, poner mucha atención en los detalles. Pero cuando uno es así, pues qué le hace, ¿no?
Leer mucho no hace daño… y sí.

4 Replies to “tomorrow never comes until it’s too late”

  1. Estoy de acuerdo con lo de la rutina y levantarse temprano, pero sobre todo con esto: “En una nota aparte, quiero decirles que la culpa de todo la tienen los románticos. Sí, esos weyes que se pusieron a desear más de lo que podían tener, y por eso murieron solos, tristes y deprimidos. No me refiero a cosas materiales”.
    Pero Gaby: stay away from Jane. Ella es bastante realista 8-)

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *