uno de esos días

Es bien frustrante perder un post; a estas alturas del partido ya debería de haber aprendido la lección y escribirlo en el block de notas o algo así. En fin.

Que hoy fue un buen día, simplemente porque estuvo nublado y llovió a mares, una belleza inusual para este eterno desierto. El día fue productivo, comí tacos de don Braulio, visité a una amiga y hasta me metí al cine. Mi acompañante fue una bolsita de M&M’s amarillos que, debo admitir, sabían como a viejo. Pero bueno. Vi The Libertine, y a pesar de que sale Johnny Deep, la película es aburrida, lenta, no sé, le falta fuerza. Da hueva. Además se me figura que tiene un mensaje del tipo “si te portas mal, morirás de sífilis”. Bah. Además se veía oscurísima, había pedazos en que de plano no se distinguía lo que estaba pasando. Blame cinépolis.

Mi jefa dice que ando muy mansita, y es cierto, no sé claramente por qué. Bueno sí, es uno de estos autoengaños maravillosos, como programación mental. Y es que siempre he dicho que soy mejor persona cuando estoy enamorada, y aunque rait nau no estoy enamorada, hay una que dos cositas con las que puedo hacerme ilusión. Y eso me ablanda, y es lindo, porque sí. Viva la lluvia.

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