Category: cine

El viernes el Piantao y yo vimos Melancholia, la peli de Lars Von Trier. No voy a entrar inmediatamente a los elogios como todas las reseñas que he encontrado, más bien voy por fin a colocarme en mi postura oficial: no me gustó. Sí que tiene imágenes muy bellas, la fotografía es increíble, hay momentos de metáforas visuales espectaculares y la música (que es de Wagner) le va de maravilla. Fuera de eso y del malestar habitual que me provocan las películas de tan afamado director, no me quedo con nada. Quizá pueda no ser mi tipo de película, quizá yo estoy loca y he perdido el sentido porque todo mundo parece amarla, pero a mí nomás no.
En una reseña de las que leí (en un inútil esfuerzo por averiguar qué fue lo que todo mundo vio menos yo) dice un párrafo: “Sobre quien no funcione el hechizo de “Melancolía”, la película es un pomposo vacío de contenido, un artificio engreído sin alma y un superficial retrato en el que pretende sustituir con el abuso de la música y una estilización de las imágenes a una verdadera exploración de sus personajes”. Y eso me ahorró un buen pedazo de la escritura de esta reseña.
No niego que la película tiene lo suyo (la forma) pero el contenido me parece… vago. Inconexo. Puedo encontrar muchas maneras de relacionar las partes, y quizá esto se deba a su vaguedad, pero ninguna me parece que encaje. Y esto no es agradable, como ocurre con algunas novelas en las que el lector debe hacer su parte para lograr un resultado armonioso y/o completo (un final abierto puede ser completo, también, si hace sentido con la historia); aquí yo simplemente veo partes que no sé cómo unir y, aunque no soy una experta en cine, mi formación me permite tener cierto criterio, digamos, para tampoco ser un espectador absolutamente ingenuo.
Lo único que le agradezco a esta película es que me permitió recordar una canción bien chida de Einstürzende Neubauten, que les comparto a continuación. ¡Ah! Y el arreglo de novia de Justine (vestido, mantilla, peinado, maquillaje) que estaba absolutamente increíble.

Soy mala para seguirle la pista a las cosas que me gustan, lo cual es raro dada mi obsesividad, pero quizá sea precisamente por que me gustan tantas cosas que a veces no me entero. Como no me enteré de esta película sino hasta hace poco que la vi reseñada por ahí y como siempre, corrí a Amazon a comprarla (bueno, corrí a mi compu y de ahí todo fue clic clic clic).
Soy fans de Fatih Akın, el director alemán de cine (y me da risa que siempre aclaren que es alemán, aunque sea más turco que el börek) aunque sólo he visto dos de sus producciones: Head on (Gegen die wand) y Crossing the bridge: the sounds of Istanbul, obviamente ambas dentro de mis favoritas. Y no sólo porque entran dentro de mis obsesiones turcas, se trata de obras galardonadas (es decir, validadas no sólo por mi gusto) además de primorosamente tejidas aunque sean tan distintas entre sí, una es una película y la otra un documental.
The edge of heaven llegó a este continente en 2009 aunque es una película de 2007, y que yo sepa no se exhibió en cines (o se me pasó, como es habitual). La historia empieza con tres personajes: un padre y su hijo, ambos turcos, viviendo en Bremen. El padre está jubilado, el hijo da clases en una universidad alemana. El padre conoce a una prostituta que resulta también ser turca y la invita a vivir a su casa. Los personajes, al principio crípticos y cerrados, empiezan a abrirse poco a poco revelando y develando a otros personajes que constituyen sus afectos. En total son seis los personajes que van y vienen de Alemania a Turquía y al revés, como es común en las películas de Akın, cada vez más cercanos entre sí aunque no lo noten.
La película es dulce y triste a la vez, las historias ocurren en varias direcciones pero al final es la muerte la nota que predomina. Se las recomiendo ampliamente, yo la disfruté muchísimo, y en una nota completamente al margen, estoy feliz porque empiezo a cachar algunas palabras del turco :)
Aquí está el corto para el cine en EEUU de The edge of heaven.

Acabo de ver una película de origen japonés, pésima. Se llama Synesthesia. Trata sobre un tipo que padece esta condición (sinestesia) en la que las percepciones de los cinco sentidos están revueltas. O sea, es como si metieras tus cinco sentidos a la licuadora y de pronto los colores tienen sabores, las imágenes huelen, cosas así. Este tipo en cuestión entra en contacto con un asesino que siempre deja la misma marca en los crímenes que comete. Una mujer detective que está investigando un asesinato reciente donde apareció esta marca, de repente y de la nada, tiene la idea de que esa marca quizá es un mensaje que sólo una persona con sinestesia puede descifrar (se me hace que ella ya había visto la película) y entonces busca a personas que padezcan esta condición, lo que nos lleva a nuestro personaje principal.
La película está de hueva mil (tipo), he visto que la clasifican como terror, pero a mi lo único que me horrorizó fue lo lento y desparpajado de la trama. Los actores sobreactúan, y la personaja principal parece que tiene autismo en vez de sinestesia. Tantas posibilidades que tiene la méndiga enfermedad, y se encasillan en algo que ni viene al caso y es apenas un acercamiento tibio a la realidad que viven estas personas. Lo único decente es la música. Así que si están mega aburridos y tienen la oportunidad de verla, no la vean y salgan a caminar al parque. O dejen de verla 5 minutos antes de que se acabe, porque el final es horroroso.
PD: si entran a la liga de wikipedia, hagan el ejercicio de la derecha, el de la imagen, y luego vean el resultado. Es interesante.