La luz de las velas y el candelabro son útiles para iluminar la oscuridad, y ha sido usado desde antiguo como metáfora para iluminar el espíritu, y como protección frente a los demonios y espectros.
Esta danza se baila en las bodas, y es considerada de buen agüero para los novios. Es trabajo de la bailarina danzar con este pesado candelabro en la cabeza, intentando que no se balancee, que no se apaguen las velas y que no que caiga cera caliente.
Originalmente el candelabro no tenía ningún armazón para ajustarlo a la cabeza, y las bailarinas del pasado practicaban durante años para perfeccionar esta técnica.
La “Zeffah al-arusah” es la procesión árabe nupcial y su ritmo principal es el “zeffa”. En Egipto la danza del candelabro juega un importante papel. Es tradición que al menos una bailarina dirija la procesión nupcial llevando el candelabro en su cabeza. Es habitual en nuestros días que la “Zeffah al-arusah” tenga lugar en un hotel donde se realiza el banquete nupcial.
En tiempos pasados era una procesión que recorría las calles para acompañar a la novia a su nueva casa. La luz del candelabro iluminaba el camino por las oscuras calles en los tiempos en los que aún no existía la electricidad, y las velas servían como anuncio de que se había celebrado una nueva boda. (Fuente)