A veces son tantas y tan estúpidas las cosas que me agobian, que me dan ganas de ausentarme un rato. Ausentarme del trabajo, de los pendientes, robarle mi vida a mi vida y tener un cuarto propio; escaparme de la cotidianeidad como ese personaje de Doris Lessing. Repaso en mi cabeza los lugares que he vivido, y trato de elegir uno propicio, con el humor adecuado, los recuerdos que necesito. Pero es imposible.
He soñado que escapo. Ayer escapaba nadando en agua azul, y luego en agua dorada, fresquísima, y yo me movía como si hubiera nacido sabiendo nadar. Hoy escapé en un tren, no sé a dónde iba pero el paisaje era alucinante, árboles extrañísimos y flores de colores brillantes. Algo de nieve, quizá.
Desperté con un poco de gastritis, ese dolor punzante justo sobre el estómago. A veces me siento tan llena de sentimientos basura que no quiero, pero que no sé por dónde tirar.
Hay gente que no se merece ni la mitad de lo que hacemos por ellos.
…….estallido interno.
ok, me quedo con la ultima frase
Hay gente que no se merece ni la mitad de lo que hacemos por ellos.- Sux dixit.
Una vez que se sabe e interioriza eso, comadre, es más fácil la vida… estoy convencida.
deja de soñar y escapa. lástima que los escapes en la vida real tienen menos colores y sabores =)
y si no mal recuerdo josé manuel aguilera algún día expresó que esta rola no es del todo triste. “esta rola va para todos los que quisieran que estuvieran aquí y sin embargo no pueden” ¿melancolía agrabable?
y también hay gente que se merece más de lo que la podemos querer y hacer por ellos.
atte. el solitario no tan solo.