Ya he hablado en un par de ocasiones sobre Neil Gaiman. En mi casa es una presencia constante desde que descubrí Sandman, que es uno de mis textos favoritos en sus múltiples presentaciones y variedades. Leí Neverwhere y también vi la miniserie, y he de decir que me gustó más la miniserie que la novela. Algo raro pasa con Gaiman, es muy bueno pero a veces escribe cosas muy raras. De lo que le he leído (Sandman, Coraline, Neverwhere, Stardust, Wolves in the walls, Good Omens -con Terry Pratchett- entre otras cosillas, ensayos, etc.) he descubierto que a veces la longitud lo es todo. La mayoría de sus historias cortas son MUY buenas. Pero algo extraño pasa cuando lo alarga: como que la historia pierde un poco el chiste. No sé, a lo mejor algún fan me patea. Mejor enfoquémonos en el libro.
Smoke and mirrors es un compendio de 29 cuentos, en prosa y en verso, que han sido publicados a lo largo de su vida como escritor en diferentes publicaciones. Hay algunos que son MUY buenos, así de quedarte pensando antes de retomar la lectura, otros que están bien, y otros que de plano no me gustan. Pero los que son MUY buenos, son buenísimos. Por ejemplo, el último cuento se llama “Snow, glass, apples” y es una verdadera delicia. Afortunadamente lo encontré aquí, así todos podrán leerlo. Porque muero por decirles de qué se trata, pero no debo, porque si no lo arruinaré. Pero me gustó tanto que me provocó sueños bien locos. Y yo creo que no por nada está al final: cuando acabas el libro te queda una sensación de “woooow ¡qué viaje tan loco!” y terminas adorando igual a Gaiman, aunque no te guste Neverwhere :P
Smoke and Mirrors es mi libro favorito de Gaiman, o más bien, el único de sus libros que me gustan. Él es raro así.