Mustafá

El fin de semana trajo un gatito nuevo a nuestras vidas. Apareció por los rumbos del Piantao que, como buena vieja loca de los gatos*, lo adoptó y luego amablemente me lo cedió para que viviera con nosotros. Pero, como siempre hay un pero, aquí también hay un “pero”. Este “pero” pesa 6 kilos y 9 años de caricias, arrumacos, chiflazones y el título de “único gato”. Claro, quién va a ser sino Ozzy.
Esto, por supuesto, representa un problema. Porque normalmente Ozzy no acepta presencias que puedan ser amenazas territoriales -como cualquier otro gato. Más si tenemos en consideración que desde toda su vida ha sido el único. Una vez quisimos traer una gata para cuidarla un tiempo, y nombre, la que nos armó. Luego mi hermana trajo unos gatitos, a los que cuidamos como por una semana, y pues ahí andaba todo sacado de onda el Ozzy.
Ahora sí me gustaría que Mustafá se quedara, vean ustedes por qué:

Mustafa
Hola, yo soy Mustafá. Mi raza (o al menos eso creo) se llama Van Turco. Ajá, soy tan turco como los angora, pero mi pelo no causa tanto problema, y además no estoy sordo. Me gusta mucho el agua, o al menos eso dicen, porque mi mamá no me ha bañado, es que estoy muy pequeño. Me gustaría quedarme en esta casa… ¿puedo quedarme aquí, mamá?

Cómo decirle que no. Nomás miren esos ojitos, esas orejitas… además le puse Mustafá (¿alguien se acuerda -otra vez volvemos a los libros de la SEP- de ese cuento que creo que se llamaba El gato Mustafá?) y se la pasa comiendo, durmiendo y… ya saben.
Hasta ahora la técnica ha sido no enfrentarlos, sino que Mustafá está encerrado casi siempre en el baño, sobre todo si Ozzy anda por ahí. Luego, dejamos que huelan cada uno sus respectivos espacios (Ozzy el de Mustafá y viceversa) cuando el otro no está ahí. Es puro conductismo puro. La cosa es asociar estos nuevos aromas con cosas positivas como comida o caricias. Con Ozzy es difícil, porque no siempre es expresivo. Pero le he hablado mucho sobre la idea de tener un hermanito, y cómo no significa que lo cambie, o que ya no lo quiera. Dentro de unos días los presentaré y… ay, ojalá se caigan bien. Si no, Mustafá tendrá que irse, y nadie quiere dejar ir a un gato turco que se llama Mustafá :(
Mustafa
Mmm, me estoy relamiendo porque acabo de comer. Me encanta comer.

*Yo pensaba que “vieja loca de los gatos” iba a ser yo. Pero al paso que vamos, creo que va a ser él :P

5 Replies to “Mustafá”

  1. Awwww, Mustafá Rulzzz ! Excelente nombre para un gatito.

    Y si,c reo que yo tmb seré algun dia la vieja loca de los gatos, aventando gatos como en los simpson :

    -!Que no estoy locaaaa !!!!

  2. gato o no gato? esa es la cuestion…creo q ozzy tendrá que asumirlo…
    además, no te imagino dejando ir a Mustafá
    para nada…
    nos vemos el viernes, dear

  3. En la ultima foto se ve super sexy, jajajaja. No sabía que era turco el buen Mustafa, en definitiva es buen gato. Me encantaría que se quedara en tu casa.

  4. Ay, nooo que no se vaya Mustafá :'( Está bien bonito, es un nene todavía además ya se está acostumbrando al calor de hogar y las caricias :( Ozzy y él pueden ser buenos amigos difícil al principio pero se puede.

    Mi gato pesa oomo 4 kilos y no lo aguanto jojo Que se quede, que se quede :)

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