Nadie sabe para quién trabaja

Cuando salí de casa, a eso de la 1 de la tarde, escuché a lo lejos que un gatito maullaba. Como iba con prisas no me puse a buscarlo (por no mencionar el hecho de que ya tengo 4 hijos más los que vienen en camino), y cuando regresé por la noche, escuché, no sé si al mismo gato, maullar desesperadamente. Como compré una bolsototota de croquetas para estos casos, dejé un plato con croquetas afuera de la lavandería, por si ese gatito o cualquier otro tenía hambre.
En este momento son casi las 2 am, y con el silencio de afuera pude escuchar un crunch crunch de croquetas (¿o debería decir nom nom?) así que me paré sigilosamente, abrí con cuidado la puerta de la lavandería pero el comensal se asustó y corrió antes de que yo pudiera verlo. Así que dejé la puerta entreabierta muy poquito, a ver si regresaba y podía verlo.
A los pocos segundos regresó, pero como dejé muy poco espacio para mirar y Beny amenazaba con salirse, sólo podía verle las orejas… por el color pensé que a lo mejor era el Macho Alfa (padre de los gatos de Motiti) pero algo no cuadraba… abrí la puerta un poco más y lo pude ver antes de que corriera: un TLACUACHE. Un señor tlacuachón se estaba empachando de croquetas pensadas para los pobres gatitos de la calle. Casi se había zampado todo el contenido del plato. Me da un poco de risa pero al mismo tiempo coraje, porque sé que en esta cuadra hay muchos gatos salvajes que de día nunca se me acercarán a pedir comida. Por otro lado bueno, como dicen por ahí: finders keepers. A ver si después logro explicarle al señor tlacuache que esas croquetas no son para él :)

kahvaltı

Cuando tomamos el autobús de Estambul a Bozcaada, viajamos durante toda la noche y en la mañana paramos en un lugar, un poco en medio de la nada, donde tomamos el kahvaltı o desayuno turco. La peculiaridad del desayuno es que se sirve en muchos platos (o platitos) y son muchas las opciones que se ofrecen. Lo básico son el pan, las aceitunas, el queso, el tomate, y el té negro. Opcionalmente pueden encontrarse una variedad de pepino, que es más pequeña que la que conocemos acá y se come con cáscara, una especie de chile, miel, fruta fresca o en conserva, semillas, y otras salsas que se untan al pan tanto dulces como saladas. Ese día nos dieron huevo, una especie de omelette con especias y estaba riquísimo. Casi todo se come sobre el pan, que suele ser un pan más pesado y con menos aire (yo qué sé de pan, pero así se me ocurre describirlo) que francamente es delicioso.
Mi parte favorita del desayuno es el pan con queso y miel. El queso es cremoso y un poco ácido, y con la miel crea un contraste muy interesante. El té negro es un poco astringente, y te permite disfrutar mucho los sabores. En la casa de Gamze, cuando la mamá nos preparaba el desayuno, llenaba la mesa de la cocina de muchos platitos. La tetera humeaba en la estufa, llenando la cocina con el olor del té. Nunca había tomado un desayuno tan prolijo, tan variado en sabores y texturas que a veces son discordantes pero que por alguna razón están ahí.
Nunca le tomé foto (por tonta), pero en algunas ocasiones, hasta el chile tajín que les llevé nos acompañó en el desayuno, porque cuando le comenté a la madre de mi amiga que yo lo comía con sandía, integró ambos elementos a nuestro kahvaltı. Lo mismo cuando le comenté que me encantaban las cerezas: me compró todo un kilo que me comí con harto gusto a lo largo de esos días.
Cuando regresé a México, intenté emular el desayuno de allá sin mucho éxito: empezando por la gran diferencia en la textura y consistencia del pan. Ya desde ahí el resto no funciona igual. El queso puede emularse con algún queso casero, o incluso con jocoque natural. La miel, bueno, esa es igual en todos lados. Pero el pan… Durante algunos días estuve desayunando pan con jocoque y miel, pero ese pan que hace tantas migajas y es más salado que dulce me dio mucha pena y decidí desistir. Ya volveré a tener otro desayuno de esos.
Esta es la foto del restaurante que les hablaba al principio. Eran las 7 am y no se me ocurrió tomar más fotos, de verdad que todo se veía muy bonito. Pero en google hay muchísimas más.

kahvaltı

kahvaltı

Las consecuencias (2)

Debo admitir que me siento menos sola y desdichada ahora que sé que no soy la única con el problemita, jaja. Gracias a todos por comentar, y por los consejos de Miss P y Nicolás. Había intentado usar readability pero como que el botonocito no funcionaba, o no sé, porque le daba click y no pasaba nada. Pero ahora lo volví a poner y WOOOOOOW. Es la mera onda. Se los recomiendo, así como los tips de Miss P (gracias darling). Me apropiaré de algunos cuantos :D

La Motiti

Mi gata (ya lo asumí, es mía) está embarazadísima. Y yo, nerviosa y emocionada al mismo tiempo. A veces no me deja tocarla, pero a veces me pide arrumacos y hasta ronronea. Le pongo las manos alrededor del melón que es su pancita, a ver si siento a los gatitos moverse. Estoy muy muy emocionada, y al mismo tiempo tengo miedo porque soy madre primeriza. Por si las dudas, ya no la he dejado salir. El veterinario dijo que le faltaban unas dos o tres semanas máximo, eso fue hace dos semanas. Por eso ya se quedará encerrada, no vaya a ser que si la dejo salir no quiera regresar o prefiera parir afuera. Qué nervios.

Prometo que ahora sí no se me va a pasar esterilizarla. Mientras tanto, ¿alguien quiere un gatito? Le quedan hermosos a la cabrona. Si no, nomás miren a Tito :)

La martiniana

Esta versión es de Radaid, con la voz de Jaramar. Una versión hermosisisísima, fascinante, refrescante. A mi me encanta Radaid, pero Radaid Y Jaramar en una misma canción es todo un gusto inesperado :)

Recordé esta versión a propósito del disco Bimexicano, Nuestros Clasicos Hechos Rock, que pueden escuchar en esta liga. Todavía no termino de oírlo, pero esa versión que Jaguares hizo de “La martiniana” se me hizo bien triste (o sea, triste por no decir ehm… chafa). Y qué decir de “De qué manera te olvido” por Jumbo, mejor que me maten, qué espanto. Bunbury tiene otra versión de “Vámonos”, de hace algunos años, y me gusta mucho más que esta que interpretó para el disco. “La llorona”, que canta Ely Guerra, me gustó mucho, me sorprendió positivamente. Aterciopelados… no sé, no los puedo tomar en serio. Pero bueno, escúchenlo y ya me dirán qué les parece.

flores

Me gusta tener flores en la casa. Nunca me ha parecido que comprar o regalar flores sea un gesto inútil, a mi me encanta que me regalen flores. Me gusta acomodarlas en floreros improvisados, cortarles los tallos y cambiarles el agua cada tercer día. Me gustan las flores de casi cualquier color, me gusta casi cualquier flor (excepto las aves del paraíso y cualquier otra flor que parezca que llegó from outer space). Así que cuando voy al supermercado procuro comprar unas cuantas, ponerlas en la mesa del comedor y verlas… sólo verlas. Sorprende cómo es que detalles así pueden cambiarte el humor.