El fin de la espera

Ayer salí de casa a la 1 pm. Motiti se veía bien, más cariñosa que de costumbre y jugando a la navecita espacial (es que la pobre parecía platillo volador, jaja, y caminaba tantito y hacía ruiditos, luego caminaba otro poquito y hacía ruiditos, etc). Pensé, a lo mejor es hoy. Regresé a las seis y fui al closet a buscarla, porque ya pasaba más tiempo ahí adentro y entonces la vi: estaba ADENTRO de la camita que le compré y nunca había pelado. Tenía un gatito ahí con ella, todavía con la placenta pegada, y cuatro afuera, sobre la toalla. Quise gritar de felicidad (y por la impresión) pero antes le puse los gatitos ahí en la cama con ella. De ratito se comió la placenta del quinto y todos muy tranquilos y felices comieron mientras ella descansaba.
Transcurrió el resto del día en calma, ella salió, comió un poquito, tomó agua… todo muy normal. Los nenes se veían super bien.
Luego como a la 1 am, Motiti se hiperventiló. Después empezó a tener contracciones. Yo estaba angustiadísima, no sabía si despertar o no al veterinario, si era normal… la pobre estaba echada con los gatitos comiendo y su cuerpecito se contraía… y ella suspiraba, se notaba que le dolía mucho. Yo la miraba y la acariciaba despacito… ella me miraba… ay no, fueron horas de estar a la expectativa.
Y digo a la expectativa porque como el Piantao bien notó, y yo noté después, todavía tenía un bultito que no sabíamos qué era. Yo leí en un libro maravilloso que compré (y si tienes gatos, DEBES tenerlo) que algunas gatas interrumpen el parto y lo pueden continuar incluso hasta 24 horas después. Así que supuse que por ahí iba la cosa…
Como a las 2.30 ya no podía mantenerme despierta. Puse mi alarma a las 4, y a esa hora me levanté a checarla… la vi bien, tranquila, ya no estaba hiperventilada. Lo mismo a las 6. Puse mi última alarma a las 9, pero unos 15 minutos antes me despertaron los maullidos de la reina. Cuando me levanté, vi que tenía un cuerpecito de bebé, aparentemente muerto. Me miraba y me maullaba. Yo pensé que quizá había aplastado un gatito y lo había matado, pero luego vi mucha sangre en el piso y vi que temblaba… y en eso, ¡nace otro gatito! ¡Me cayó el veinte de que acababa de parir DOS gatos más! La pobre se veía exhausta… apenas si pudo lamer al recién nacido para quitarle el saquito en que viene envuelto y que pudiera respirar. El gatito ya estaba completamente afuera pero su placenta seguía dentro… y Motiti estaba echada, no se le veían intenciones de seguirlo lamiendo (que es importantísimo). Así que me armé de valor, toallitas, tijeras, hilo, gel antibacterial y me lavé las manos como cirujano (yo estaba instaladísima en el papel). Tomé con cuidado al gatito nuevo y con mucho cuidado, jalé la placenta (que tiene unida al cordón umbilical) para que saliera del cuerpo de la gata. Motiti maulló despacito. Puse al gatito sobre una toallita y con la misma lo empecé a limpiar, para emular el efecto de las lamidas. El gatito se empezó a mover mucho más. Se lo puse enfrente a la nena y como que de pronto le daba uno que otro lenguetazo. Le amarré el hilo a 1.5 cm. de la base del ombligo y corté el cordón umbilical. La nena se metió a la camita con los otros cinco, y le acerqué al sexto. Entonces sí lo bañó, lo dejó comer y se durmió con los seis, me imagino que suuuuuper cansada y adolorida.
Regresé al gatito muerto. Fue entonces que me di cuenta que Motiti no le había quitado la bolsita, así que hay un alto grado de probabilidad de que haya nacido vivo, pero al no sacarlo de la bolsita se haya asfixiado. Para entonces ya era muy tarde, el gatito estaba heladísimo y obviamente no respondía a ningún estímulo. Me siento culpable al pensar que pude haberlo salvado si hubiera notado eso inmediatamente.
Después me tocó la limpieza… todo este asunto de los gatitos ha sido una experiencia increíble, con mucho aprendizaje pero sobre todo, llena de admiración hacia esta nena bellísima y hacia Dios, que la diseñó. Los gatitos son criaturitas perfectas, en todos los sentidos. Y el instinto maternal es muy cabrón. Eso del “milagro de la vida” no es cursilería, no…
De momento no tengo fotos (bueno, sólo esta, pero ahí falta el sexto) pero cuando tenga mi cámara de regreso, se van a hartar de fotos :)

En fin… ¿alguien en Monterrey quiere gatitos? :3

3 Replies to “El fin de la espera”

  1. Felicidades! jejej que mal lo del gatito que se murió, cuando mi gatita (qepd) tuvo sus gatitos antes de que la esterilizaran yo me la pasaba con ella apretandole su patita hasta que tenía a todos sus hijitos y tambien me toco limpiar a uno que otro… Fueron como 3 veces que tuvo gatitos pero la muy ca*** siempre los tenía en la madrugada!

  2. Síííí es como si eligieran entre las 3 am y las 6am para dar a luz, a lo mejor es una cuestión lunar who knows! Los primeros maullidos son re lindos. Y al ver la foto se nota la joda de la pobre Motiti. Yo me hubiera puesto muy nerviosa al intervenir hasta me ponía nerviosa limpiar la sangre.

    La naturaleza es bien chingona, es preciosa, es mamá, es muy generosa, amarosa, protectora, y, lo más importante, la naturaleza es sabía (nosotros a veces medio egoístas engreídos y tontos) nos perdona muchas cosas :) Y la maternidad es algo mágico, hermoso, a veces más en animales que en personas :(

    Prepara tu cámara de fotos y video… cuando comiencen a abrir los ojitos no te la vas a acabar!! :P

  3. Y ya están abriendo los ojitos! Y estoy que no me la acabo, jaja. Concuerdo completamente contigo respecto a la naturaleza… Motiti y sus nenes no dejan de impresionarme día a día.

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