Pues eso.

Lo que me desagrada no es la Navidad en sí, sino la alta comercialización que se hace en la época. Aunque trato de mantenerme al margen de lo comercial, es imposible sustraerse a un ambiente (sobre todo en esta ciudad, plagada de publicidad en todos lados) en el que sólo se piensa en las compras, por más que quieran agregarle un par de palabras tiernas para que no suene sólo a consumo. Por lo menos yo este año hice con mis manos 15 regalitos (8 tazas con sus “suéteres” y 6 bufandas) y bueno, ya es un algo. Además hacerlo fue una experiencia muy padre porque mientras tejía el objeto, pensaba en la persona a la que se lo estaba haciendo. Ojalá el próximo año pueda tejer más regalos. También pienso poner un nacimiento, digo, de eso es lo que se trata, y sería muy chido poder recuperar tan sólo un poco el sentido que tenía la celebración y la emoción que me daba cuando era niña.
Estaba leyendo un artículo sobre decoración navideña en Alemania, y la escritora (española) cuenta que allá en la ciudad donde vive todavía se reúnen para platicar historias de Navidad, y hacen coronas de adviento y todos se reúnen en torno a ella… en fin, que independientemente del credo de cada quién, la comunidad busca mantener vivo el sentido de la celebración. Espero poder lograr esto con el paso del tiempo y recuperar la Navidad que me robaron -o que yo perdí.

Mientras tanto, Feliz Navidad y todo eso :)

Susy_LR

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