Cat Dancers

Acabo de ver un documental sobre un trío (en el sentido numérico y sentimental) que se dedicaba a criar y hacer espectáculos con tigres y leopardos. Ron (el único de los tres que sigue vivo) cuenta toda su apasionante historia de amor entre ellos y con los tigres. Ron y Joy se conocieron cuando eran bailarines de ballet y eventualmente se casaron. Ya dedicados a la cría y espectáculo con tigres, conocen a Chuck, bastante más joven (y guapo) que ellos. Una cosa lleva a la otra, claro está.
En su colección había tigres dorados y leopardos negros; cada felino escoge, en sus primeros días de vida, a la persona que lo criará. Para que el espectáculo fuera completamente un éxito, la gente les sugirió que tuvieran un tigre blanco (Sigfried y Roy ya estaban de moda). Pero ni Joy ni Chuck querían, porque los tigres blancos son endogámicos y eso los vuelve impredecibles. Eventualmente, Ron convenció a Chuck quien a su vez convenció a Joy, y se hicieron de un tigre blanco a quien llamaron Júpiter. Júpiter eligió a Chuck para que fuera su criador.
En una ocasión, Ron se encontraba moviendo a los felinos de jaula, por algunos trabajos de construcción que se realizaban en la quinta donde vivían. Júpiter se negaba a moverse, por lo que Joy llamó a Chuck, “el papá” del nene en cuestión. Al salir Chuck, tropieza con algún material de la obra que se encontraba en el piso, lo que desconcierta a Júpiter, quien corre hacia Chuck en el piso y le muerde el cuello encajándole sus cuatro colmillos. Inmediatamente después, suelta a Chuck y sorprendido se da cuenta de su “error”: llora y se sienta a un lado de su amo quien ya se encontraba en brazos de Ron, donde murió casi inmediatamente después.
Después de la muerte de Chuck, Joy se deprime. Sólo piensa en morir y deja de comer: en seis semanas baja diez kilos.
Ron logra convencer a Joy de que por lo menos salga a saludar a sus bebés, a lo que ella accede. Cuando le llega el turno de saludar a Júpiter, éste la desconoce y se lanza hacia ella: la muerde por el cuello, la arroja hacia arriba y cuando cae, Júpiter (nuevamente) se da cuenta del error, y llora. Después llega la policía, el equipo SWAT, los bomberos, todo. No pueden sacar el cuerpo de Joy porque Júpiter anda suelto, y están esperando a que vuelva a su jaula. Pero después de esperar dos horas, Júpiter es asesinado con el consentimiento de Ron. Joy, obviamente, estaba muerta.
Ron, quien en el documental luce como de 65+ años, cuenta esta última parte de la historia con dificultad. En el momento de la filmación todavía tiene dos tigres viviendo en un santuario para animales exóticos, que tres meses después cerró “obligando” a Ron a ponerlos a dormir. Bueno para este momento yo lloraba, principalmente por los tigres pero también por todo el descenlace trágico de la historia… pero por los gatotes, más bien. Parece que todavía no entendemos que no se puede ni se debe andar jugando a los saltitos con ellos. Ciertamente son hermosos y es una maravilla tenerlos así de cerquita, chingao, yo tendría uno si pudiera.
Beny estuvo sentadito a mi lado en el sillón mientras veíamos la tele. En eso que sucedió lo de Júpiter, volteé y le dije “ya ves wey, pinches gatos blancos son bien raros” a lo que él respondió con un “PRAARWW” muy agudito. Eso porque lo toqué y no le gusta, recordemos que Beny es sordo (y autista).

Al final Ron dijo algo que me enterneció mucho y me identifiqué por completo: muy poca gente puede entender cómo es que llegas a amar a un animal. Para muchos, un animal es sólo un animal, y no comprenden la magnitud del compromiso que por amor llegas a tener con él, desde que llega a tus manos hasta el último día de su vida. Y los animales te aman también… del amor humano se puede dudar, pero del amor que un animal tiene hacia otro ser, no.

Cuando le preguntan sobre el futuro, dice que al cumplir 80 años venderá todo y se irá a Thailandia porque ahí hay… (llora) …porque ahí hay tigres.


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Mis dos pedacitos de selva duermen cómodamente en el sillón. Cómo los amo.

6 Replies to “Cat Dancers”

  1. Me gustó tu reseña, también ví el documental y también acabé llorando por esos cuatro seres, los 3 humanos y el tigre Júpiter… y bueno, también por aquellos dos animales que tuvieron que dormir.
    Quienes amamos a los animales como tu bien apuntas, nos ligamos a ellos conscientemente. Finalmente en lo personal, que un animal me dé muerte sería un honor, los amo. Qué muerte más limpia puede haber!

  2. Los animales fueron creados para ser libres, no para que los tontos se apropien de ellos, los esclavicen, se enriquezcan explotándolos y además creyendo que los animales pueden amar.

    Idiotas.
    Pagaron la consecuencia de su ignoracia.

    Slds.

  3. Yo creo que los animales si pueden amar MAD. De hecho me sorprendieron como estos bailarines domesticaron sus tigres con sólo caricias, yo al principio lo veía con escepticismo, pero los tigres respondían bien. Obvio que algún día tenían que sacar su lado salvaje, porque así han vivido muchos años en su habitat a traves de generaciones y responden automáticamente e instintivamente a la defensa. De hecho se me hizo que tardaron demasiado para sacar su lado salvaje, y es impresionante como en unos años los lograron domesticar, sólo tratándolos bien, y pudieron dominar un poco su lado salvaje. Me dio lástima como mataron a Júpiter, el tigre, y también pienso que el tigre sintió algo de la energía de la dueña, ya que ella ya que quería morir y morir, e incluso deseaba que la matara el tigre, tal vez él sintió eso y se lo cumplió, al final el tigre le cumplió su deseo. Y ella no era tan ignorante, ella en un principio si se oponía a traer el tigrito blanco, que como decían son los mas inestables, pero lo malo es que se dejó convencer por Ron. Eso sí, estos bailarines si sacaron mucho dinero y fama de los tigres.

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