her liquid arms

Un videito que grabé del concierto del fin pasado, Diorama cantando “her liquid arms”, segunda toma, luego de que arreglaron los micrófonos. Como pueden darse cuenta por el ángulo, casi me da tortícolis por estar volteando hacia arriba, jaja. Se ve lo mejor que se puede ver, habiendo sido grabado con una cámara fotográfica.

Lo que se escucha al principio (lo hablado), es el fragmento final de “El corazón delator”, cuento de E. A. Poe.

synthesize me

Estoy feliiiiz, porque mañana veo a Diorama. Diorama es una de mis bandas favoritas, y la única que me falta ver en vivo. Me hubiera gustado traerlos a Monterrey (así como de chiflada me traje a los Crüxshadows, ja) pero ahora dispongo de menos tiempo que antes y me enteré muy tarde que venían. Tocarán mañana en el Hard Rock de chilangolandia (no ofenses intended) junto con un grupo que nunca he escuchado, State of the union, y con Das Ich, que en otros tiempos me hubiera hecho harto feliz pero ahorita no me importa. Sólo quiero ver a Diorama. Estoy muy emocionada porque además de eso veré gente que hace mucho no veo y ahh, Diorama. Sísísí.

Diorama – Someone dies

Diorama – Leaving Hollywood

Diorama – Synthesize me


que no.

Odio admitirlo, pero soy adicta a la rutina. Es un espacio conocido que me da paz y calma, aunque debo admitir que eso también vuelve más deliciosas las eventuales escapadas a la rutina que me ocurren o me doy de vez en cuando. El asunto es que de vuelta a la oficina y a la vida real, aunque mi fondo de pantalla sea una hermosa foto del Duomo de Milán, congelado con mi cámara más por casualidad que por talento. Siempre me ha gustado la fotografía, de hecho tomé clases por un año, pero creo que más bien se enfocaron en el igualmente divertido proceso de revelado e impresión en blanco y negro, en lugar de enseñarme cómo se toma una buena foto. Supongo que, como en todo, es cuestión de talento y ya viene uno así o no.

Así que como no tengo mucho tiempo para escribir, les dejo dos fotos del Duomo de Milán, maravilla de la arquitectura gótica, fiel custodia de uno de los tres clavos de nueve pulgadas que atravesaron alguna de las extremidades de Cristo. Sus terrazas son muy impresionantes, y la labor de restauración que han hecho en el exterior también -me refiero al resultado, claro.

Duomo di Milano
Esta es la que tengo de fondo de pantalla

Duomo di Milano

what else is there?

Son las nueve de la mañana de un sábado. Ayer regresé de mi viaje, en la noche, y pasé exactamente 26 horas sin dormir. Y aunque eso, hoy no pude evitar levantarme temprano.
Descubrí que la verdadera razón de mi incomodidad, es que no tenía ganas de irme de vacaciones. Digo, el trabajo es trabajo, y con esa parte cumplí. Pero la parte de las vacaciones fue un poco a fuerza, no quería que el 97% de mis amigos fuera a asesinarme por no haber aprovechado la oportunidad… y sí la aproveché, no vayan a pensar que no. Las cosas que sucedieron son muchas, y de muy variada índole, y supongo que poco a poco irán tocando la superficie.
Por lo pronto puedo decir que Torino es una ciudad bellísima, (bellísima!), tiene muchísimas cosas pero sobre todo mucho verde y agua, que era algo que necesitaba ver. Pronto las fotos, primero tengo que editarles el color, porque resulta que mi camarita HP es medio agüitada y siempre toma fotos muy paliduchas. Una pena, porque el aparatito está muy lindo.
Italia me gusta tanto. He estado en cinco ciudades, y de todas Milano es la que menos me ha gustado. Claro, si quieres ir de compras (sobre todo de marcas) es la ciudad indicada. Nada, que se me ocurre comprarle un perfume a mi madre, y pensé, bueno, puede ser un perfume directamente traído de la tienda Prada. ¿Saben cuánto costaba? 140 euros. Mamita: te quiero mucho pero no tanto, jaja. Y así todo, si no estás dispuesto a gastar más de 100 euros en algo de marca, mejor ni lo compres, porque si cuesta menos de eso seguramente no está tan chido y está muy pequeño (si es una bolsa, por ejemplo). Además a mi me cagan las marcas, si acaso alguna vez llegara a tener algo de marca, sería Prada (me gusta como suena, jaja) o Dolce & Gabana, sólo porque me recuerda a la canción de Black Eyed Peas (jojojo).
En fin, el punto es que poco a poco iré vaciando mis memorias. Por lo pronto, mi vacío estómago me pide algo de comer.

Gracias por visitar, y por sus comentarios :)

ay ya no sé

Pues es que son muchas cosas. Estoy en Torino, recien llegue de Milano (y no tengo acentos, asi que shh). De pronto hay momentos en que uno se siente muy, muy solo. Los lugares son hermosos, si… es bien extranio que todo este cerrado en domingo y en lunes. Asi que ayer que termino el meeting por el que me pagaron este viaje, y hoy, han sido dias extranios, como vacios. Me duele la panza. Es que ya no puedo comer mas pasta, ni pizza, ni paninos, nooooo.
Pero bueno. Ya que regrese podre contar todo con mas claridad.

Un ciego guiando a otro ciego

Yo trabajo con gente ciega. No en un sentido metafórico: trabajo con personas débiles visuales y ciegas. No todos lo son, por supuesto, aquí en la oficina todos pueden ver (excepto uno que otro miope, como yo). Pero digamos que tenemos una convivencia relativa, platicamos y sobre todo, hay armonía. Afuera del edificio está el mundo real, donde los ciegos no se encuentran en los antros, ni en los bares, ni en el cine, ni en los restaurantes, y casi ni en la calle, a menos que sea pidiendo limosna.
Dentro de unos días, me voy a un viaje del trabajo. Tendré la fortuna de viajar nuevamente a Italia, a una ciudad que no conozco. Se trata de una reunión internacional de la empresa para la que trabajo, donde por supuesto habrá personas ciegas y no ciegas que trabajan para la misma. Por cuestiones de espacio y de presupuesto, me toca compartir habitación con una chica ciega de la Cd. de México. No la conozco, nunca hemos tenido contacto, y bueno, es curioso. Prácticamente yo podría andar desnuda por la habitación sin mayor problema, ¿se dan cuenta?.
Lo más simpático no es esto. De aquí, irá un compañero con el que la verdad no he convivido mucho. El otro día me llamó y me dijo que no quería pasarse los días que tenemos libres viendo TV en el hotel (¿?), que quería salir, pero obviamente no podía solo, con todo y que habla italiano. Le dije que a mi me gusta viajar con un plan más o menos establecido, una lista de lugares, un horario, y reservaciones cuando hace falta. Él dijo que le gustaría que lo incluyera en todo, en pocas palabras, que lo sacara a los lugares a los que yo fuera. Yo le dije (con mucho cuidado) “es que quiero ir a algunos museos que requieren reservación… ¿te reservo a ti también?” “sí, sí, resérvame también, y a todo a lo que vayas a ir”.

Mi pregunta es, ¿cómo llevas a una persona ciega al museo? ¿Cómo le explicas, con qué lenguaje, con qué palabras, cómo le haces si un cuadro no se puede tocar, oler, lamer? ¿Qué tan detallado debes ser? Estoy acostumbrada a tratar cuestiones triviales, de la vida cotidiana, “mira, toca esto, mide como de acá a acá”, mover la mano, describir lo que pasa. Pero un cuadro, una escultura, una fuente, una iglesia… algo cuya apreciación es prácticamente sólo visual… ya sé que las cosas se perciben de distintas maneras, pero estamos hablando de algo cuya existencia está definida por nuestros ojos principalmente.
Eso me tiene un poco… emocionada/preocupada. Creo que será una experiencia interesantísima, y espero sinceramente que ambos podamos aprender. La situación me recuerda un poco aquella escena de la película Amélie, cuando toma al ciego del brazo, lo lleva por media calle y le describe lo que hay alrededor. No sé si en la vida real la situación pueda ser igual de romántica, pero de que será interesante, vaya que lo será.