Yo trabajo con gente ciega. No en un sentido metafórico: trabajo con personas débiles visuales y ciegas. No todos lo son, por supuesto, aquí en la oficina todos pueden ver (excepto uno que otro miope, como yo). Pero digamos que tenemos una convivencia relativa, platicamos y sobre todo, hay armonía. Afuera del edificio está el mundo real, donde los ciegos no se encuentran en los antros, ni en los bares, ni en el cine, ni en los restaurantes, y casi ni en la calle, a menos que sea pidiendo limosna.
Dentro de unos días, me voy a un viaje del trabajo. Tendré la fortuna de viajar nuevamente a Italia, a una ciudad que no conozco. Se trata de una reunión internacional de la empresa para la que trabajo, donde por supuesto habrá personas ciegas y no ciegas que trabajan para la misma. Por cuestiones de espacio y de presupuesto, me toca compartir habitación con una chica ciega de la Cd. de México. No la conozco, nunca hemos tenido contacto, y bueno, es curioso. Prácticamente yo podría andar desnuda por la habitación sin mayor problema, ¿se dan cuenta?.
Lo más simpático no es esto. De aquí, irá un compañero con el que la verdad no he convivido mucho. El otro día me llamó y me dijo que no quería pasarse los días que tenemos libres viendo TV en el hotel (¿?), que quería salir, pero obviamente no podía solo, con todo y que habla italiano. Le dije que a mi me gusta viajar con un plan más o menos establecido, una lista de lugares, un horario, y reservaciones cuando hace falta. Él dijo que le gustaría que lo incluyera en todo, en pocas palabras, que lo sacara a los lugares a los que yo fuera. Yo le dije (con mucho cuidado) “es que quiero ir a algunos museos que requieren reservación… ¿te reservo a ti también?” “sí, sí, resérvame también, y a todo a lo que vayas a ir”.
Mi pregunta es, ¿cómo llevas a una persona ciega al museo? ¿Cómo le explicas, con qué lenguaje, con qué palabras, cómo le haces si un cuadro no se puede tocar, oler, lamer? ¿Qué tan detallado debes ser? Estoy acostumbrada a tratar cuestiones triviales, de la vida cotidiana, “mira, toca esto, mide como de acá a acá”, mover la mano, describir lo que pasa. Pero un cuadro, una escultura, una fuente, una iglesia… algo cuya apreciación es prácticamente sólo visual… ya sé que las cosas se perciben de distintas maneras, pero estamos hablando de algo cuya existencia está definida por nuestros ojos principalmente.
Eso me tiene un poco… emocionada/preocupada. Creo que será una experiencia interesantísima, y espero sinceramente que ambos podamos aprender. La situación me recuerda un poco aquella escena de la película Amélie, cuando toma al ciego del brazo, lo lleva por media calle y le describe lo que hay alrededor. No sé si en la vida real la situación pueda ser igual de romántica, pero de que será interesante, vaya que lo será.