casa (no) vacía

Ayer me leí de nuevo Seda, de Alessandro Baricco. Mentira lo que dice la columna derecha: ni siquiera he podido abrir Delirio. No se me antoja, nadita. Creo que voy a empezar a leer La vuelta al día en ochenta mundos, pero mientras me decido a elegir mi lectura, esa columna seguirá diciendo mentiras.

Detesto pagar impuestos. No el concepto en sí, detesto todo el numerito de la contadora, la tarjeta tributaria (jijiji el nombre) ir al  banco y que te digan “sólo aceptamos pagos hasta las 4” y que luego se te junten los impuestos de tres meses y sean miles de millones de pesos lo que tienes que pagar. Es horrendo. Y yo que quiero una cámara digital muy cara.

Hace un par de semanas vi una película maravillosa, Bin-jip (2004), gracias a la sugerencia de un también maravilloso hombre. La película tiene muchos detalles encantadores, entre ellos la constante repetición de una canción de Natacha Atlas, que gancha desde el principio pero nunca aburre porque es abrumadoramente hermosa. Husmeando por ahí, me encontré con la idea/andamio de la película:

“We are all empty houses
waiting for someone
to open the lock and set us free.
One day, my wish comes true.
A man arrives like a ghost
and takes me away from my confinement.
And I follow, without doubts, without reserve,
until I find my new destiny.”

y entonces la película me pareció mucho más redonda, y además me recordó mi alusión a los departamentos vacíos y a la casa vacía de la canción de fobia. Es curioso.

3 Replies to “casa (no) vacía”

  1. Hola:

    Me gusta mucho lo que escribes, de alguna forma es refrescante, no se como es que te defines como pesimista soñadora, a mi me parece que por lo que escribes que eres una persona con una maravillosa perspectiva de lo que realmente importa y amas de la vida y eso nunca te permitira ver las cosas de forma pesimista.

    Saludos

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