de gatitos negros

No me gusta halloween. Me parece una celebración absurda, de hueva, gringuísima y super comercial. Tampoco me gusta navidad, así que ni empiecen. Las únicas cosas chidas que tiene halloween son: Nightmare before Christmas, dulces en forma de murciélagos (y en general, casi toda la parafernalia de vampiros) y poder andar disfrazado por la vida y ser socialmente aceptado. Las cosas que me cagan: los niños gritando por la calle “noche de brujas jalogüín”, azotando la reja de mi casa y aventándole cosas a mi perra. La bola de pendejos que se creen satánicos y malotes y se ponen a matar a cuanto animalito tierno e indefenso encuentran. En general, los que hacen “rituales” en este día “malévolo” y “maléfico”. Me impresiona que dos cosas tan chocantes puedan coincidir en una misma fecha: por una parte, los niños inocentes que sólo quieren un puñado de dulces gratis, y los mequetrefes (jajajaja mequetrefes) que aprovechan para hacer maldades de diferente índole e intensidad: cerca de mi casa, en un parque, encontraron un gatito atado de patitas y abierto en canal. Tomen su pinche halloween.

Además, ¿qué se celebra? Sí, yo sé que hay una remotísima historia, pero ni nos corresponde ni nos va ni nos viene. Lo que ha sobrevivido la geografía y el tiempo, es esta absurda costumbre de ir gritando por la calle, exigiendo cosas a cambio de no hacer daño. Ah, y poner calabazas como decoración. Por qué no chayotes, o tunas, o berenjenas. Las berenjenas son bastante terroríficas per se.


Teman a la berenjenaaaa!!
A mi me gusta regalar cosas. Si hay algo que disfruto de la navidad, es regalar cosas. Ñoñadas, cosas inservibles, cosas efímeras, pero a fin de cuentas dar un poquito de cariño. Eso es chido. Nadie me tiene que amenazar, ni exigir, ni aventarle cosas a mi perra.
En fin. Sé que hay gente que disfruta esta “celebración” y está bien, cada quien tiene sus motivos y su forma de vivirlo. A mi no me gustan ciertas implicaciones que me incomodan la vida. Y quizá el Día de muertos tampoco nos vaya ni nos venga, pero al menos está dentro de la tradición de mi país, me parece mucho más chido y con mucho más sentido y forma parte de mis creencias religiosas. Por eso, acá en el trabajo ya armamos nuestro altarcito posmoderno (oséase, libre interpretación del altar de muertos, jajaja) y nos quedó bien chido. Veamos:

No está para ganar un concurso, pero digno nos quedó.
Bueno, lo que menos quería es hacer una comparación entre tres celebraciones que nada que ver, ni tampoco generar controversia, ni tomar partido, simplemente es lo que siento y pienso y ya. Cada quién celébrese como le venga en gana.

p.d.: El gatito del Piantado anda perdido. Si alguien ve un gatito negro con ojos color miel, avíseme. Señas particulares: un pelo blanco en el lomo. Por favor, regrese a este gatito a su hogar. Pondrá muy feliz a un niño que está muy triste. ¡Ya regresó!

2 Replies to “de gatitos negros”

  1. yo amo las tradiciones mexicanas porque siempre vienen acompaniadas de pan… las penas son pan son buenas…

    prefiero eso al veneno empaquetado en el que se han convertido los dulces de manufactura gringa, como fueron a desgraciar nuestro chocolate los estadounidenses!…

    aaah llevo anios sin ver una calaverita de azucar en vivo y directo…

    quiero pan de muertos y un chocolate abuelita callejero!!!!!

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *