No puedo vivir sin last.fm
En un solo espacio se reunen tres de mis vicios inegables y adorados: mi música, mi obsesividad y mi histeria. Por eso pago por el servicio: no quiero publicidad, quiero ver quién me visita y visitarlos, quiero que nadie vea mi profile con comerciales de bandas que no escucho. Quiero contar una por una las canciones que escucho en todo momento (también actualizo las del ipod) pero ¡oh desesperación! hoy sólo se registra una de cada dos canciones -o sea una sí y otra no. Y eso me está volviendo loca.
En una nota que no viene al caso: a veces extraño mi antiguo yo, y a veces prefiero ser la persona que soy ahora. Sí veo a dos personas muy diferentes, pero con los mismos vicios. Las cosas cambian tanto en dos, o tres años. E incluso me gusta más cómo escribía en mi blog hace, no sé, tres años (no en este, en otro viejito que tengo arrumbado por ahí… demasiado personal como para que sea público). Es curioso. Pareciera como su tuviera que elegir entre la felicidad y la escritura. Siempre me sucede así. Mis mejores textos (si los hay) salen del fondo de un pozo emocional profundo… profundo. De la no correspondencia del otro (léase el mundo o alguien en particular), de la desesperación, de la angustia. Y bueno, no es novedad, ilustres escritores nos han mostrado esto. No sé, pero yo abandoné (casi) por completo la idea de escribir: sólo soy escritora en mis fantasías.
Creo que es el momento perfecto de retomar un post de por allá del 2004.
Tengo un autógrafo en mi ejemplar de Las batallas en el desierto. Es una dedicatoria hermosa, provocada en parte por lo que Ramón le dijo a Don Pacheco de mí. Ramón dijo lo que dice siempre. “Mire José Emilio, ella es una de mis mejores alumnas. Esta niña, si y sólo si no se enamora, si no la traiciona la hormona, va a ser de las grandes”. Suena más a predicción trágica que a otra cosa. Me llena de orgullo y de tristeza, porque cada que veo a Ramón, me dice lo mismo. Escribe, vete a España, no tengas novio, no te enamores. Escribe. Quiero leer tu primera novela. Usted escribe muy bien. Me sonrojo, porque sé que no es cierto. No, no es modestia. Pero como sea, sus palabras me llenan de orgullo. Lo abrazo, y escucho que me dice al oído niña hermosa. Y me hace feliz haber aprendido tanto de él, y me duele que sus palabras tengan tanto peso en mi cabeza. Auch. Hay que escribir.
Concuerdo totalmente con que no escribes como antes. Debiste haber dejado de escribir como te gustaba durante alguna crisis.
Pero cuando la crisis se acabó, tu mano y tu ‘yo interior’ se quedaron de holgazanas.
Mastúrbate (lo digo por la mano y por tu ‘yo interior’ también) y diséctate bien.
Sácate de ti cada que puedas porque quiero leer más cosas como ese post.
P.d. siempre paso y nunca firmo, tu post hoy sí me removió cosas. Salud por todos los que conozco que también siempre pasan y nunca firman, mujer, que te lo digo yo, ole! (:
estoy confundida, borraste un post? en fin, lo que iba a decir era sobre eso: al menos es una u otra
hay gente que jamas seremos grandes escritores ni grandes amores
Me gustaria leer algo de lo antiguo, me toco visitar tu blog hace relativamente poco, tengo solo este año blogeando, pero he disfrutado del viaje.
Ahora que tienes tiempo deberias escribir algo,
y si lo subes al blog mejor, simpre es bueno leer algo fresco.
Yo tambien ando medio picado con el Last, he conocido mucha musica muy buena y que tal vez no hubiera conocido nunca, por cierto que te dan con la suscripción?
Saludos!
@lucrecia: ay mana, lo intentaré. gracias :)
@gaby: no… es sólo la nota esa viejita del blog anterior, el que conociste :P
@hugo: veré qué encuentro de lo viejo… o mejor aún, veré qué puedo hacer de nuevo :)
con la suscripción básicamente te quitan la publicidad (de todos lados), pero también puedes ver quién te visita, y probar cosas que están en versión beta, etc.