Aunque en este blog, todos los días son Caturdays :D
El otro día Mao insistió en sentarse conmigo. Yo tenía mucho trabajo, así que sólo me recorrí un poco hacia adelante en la silla, y seguí trabajando. Minutos después me puse de pie, y esto fue lo que encontré:
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En esta posición aparentemente *tan* incómoda, Mao estaba profundamente dormido y medio abrió los ojillos cuando me paré. Me sorprende la flexibilidad (y necedad) gatuna… awww lo amo :)