“Jerusalem of Gold” es una canción muy hermosa que escuché por primera vez en la interpretación de la hermosísima voz de Ofra Haza, mientras terminaba el día frente al muro de las lamentaciones. Nuestro guía nos explicaba que esa canción había sido esencial para el pueblo judío, que se había convertido en un himno para ellos -y de hecho en algún momento se tuvo la intención de reemplazar el himno oficial con esta canción-. Tiene una historia muy larga que pueden leer por acá. Recuerdo que era una noche fresca y yo miraba hacia el muro, con su respectiva división entre hombres y mujeres, todos orando y colocando papelillos con peticiones entre los huecos de la piedra. A pesar de que no entendía una sola palabra, la canción me estrujaba: hay cosas que aunque no se entiendan, se sienten. Y desde entonces me gusta escucharla de cuando en cuando, además de que ya después pude leer la traducción y en verdad es emotiva. He aquí la canción en voz de Ofra Haza, una joya israelí.
Hace rato, mientras la escuchaba, descubrí una de esas cosas que no puedes creer que no hayas descubierto antes. Vi algo que tuve frente a mi nariz durante aaaaños y jamás me había hecho click. Incluso con el sólo nombre de la cantante pude haberlo sabido. Es más, no tenía ni que conocer “Jerusalem of gold”. Es más, sólo me bastaba haber puesto un poquitito de atención. Me di un zape (imaginario) cuando me cayó el veinte: es Ofra Haza quien hace los coros en “Temple of Love” de Sisters of Mercy.
¡DUH!