Ozzy


Vengo de visitar a Ozzy, el primer gato que tuve, que ahora vive en casa de mis padres. Su carácter nunca le permitió convivir bien con otros gatos, se estresaba muy fácil, y por eso es que decidimos que se quedaría allá. Sobre todo porque apenas nos mudamos acá hace poco más de un año, y él ya estaba viejito y era muy gruñón, hubiera sido una experiencia muy fuerte para él.
Actualmente está muy enfermo, tiene que ver con la edad, pues ya está a punto de cumplir 15 años (si es que no los tiene ya). Contrajo PIF (peritonitis infecciosa felina) y ahorita es un huesito total, por la anemia tan fuerte que tiene, entre otras miles de cosas y síntomas que le aquejan.
Es duro verlo así, después de lo gordo y sano que fue a lo largo de su vida. No está pasando dolor, supongo que no está sufriendo demasiado. Hoy por primera vez lo vi sin ánimo ni fuerza para pararse. Le dí de comer un poco con una cuchara, no quiso tomar agua. Lo dejé con la esperanza de verlo mañana, pero al mismo tiempo deseando que todo pase pronto y así pueda irse con el menor malestar posible.
No puedo decir que no duela verlo irse poco a poco, al contrario, pero al mismo tiempo sé que duele por toda la felicidad que este hermoso gato me dio durante tanto tiempo, a mí y a mi familia.
Supongo que nunca nadie está preparado para perder a alguien a quien ama, sea persona o animal.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *