El fin de una etapa

Ozzy murió en la madrugada del viernes 5 de octubre, o sea hace casi una semana, unos pocos minutos después de que publicara el post anterior.

Cuando me enteré sentí una extraña mezcla entre profundo dolor y alivio: mi pequeño amigo ya no sufriría más.
Ozzy estuvo conmigo durante casi 15 años. Mi hermano lo recogió un día de la calle, pues ya todos los vecinos lo habían corrido de sus casas. Él lo recogió, lo bañó y se lo enseñó a mi mamá (que estaba adormilada tomando la siesta) y yo creo que por eso dijo que sí se podía quedar. Yo estaba en prepa.
Durante las primeras noches durmió en el recogedor (“se sabe recogido” decíamos) y usaba el resumidero de la lavandería como baño. A mi mamá le sorprendió lo limpio y educado que fue desde el principio.
La primera vez que lo cargué, escondió su cabecita en mi axila. Este gesto lo repetiría en cada visita al veterinario; al sentirse solito sobre la mesa fría se acercaba a mí y se refugiaba en mi brazo.
Mis amigos de la prepa lo recuerdan, y también los de la licenciatura. Recuerdo que Eduardo me decía que no quería ni pensar cómo me iba a poner el día en que Ozzy muriera.
Tantos y tantos recuerdos que tengo de él. Fue mi primer gato, y mi primer muchas cosas. Me dio tanto.
Ahora ya no está, pero nos queda el amor de 7 gatitos más distribuídos en dos casas.
En la mía sigue habiendo cuatro.

Mira lo que hiciste, Ozzy: agrandaste el tamaño de mi corazón.

3 Replies to “El fin de una etapa”

  1. Te leo desde que escibias en el foro de n2… y pues supongo la melancolia que debes traer encima, pero creo firmemente que lo mas importante es saber que el dejo algo bueno en ti! que como bien lo dices te permitio ser una mejor persona con un corazon mas grande!… animo!

  2. Lo siento mucho :( se lo que se siente. Recuerdo una foto de Ozzy en la cama y a lo lejos algo de Dali. Cambio tu vida, y la de futuros gatos. A donde quiera que vaya, es feliz.

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