Un timbrazo telefónico sin atender. Un correo electrónico sin respuesta. Una propuesta indecorosa ignorada. Una canción que no termina de sonar. Una ansiedad sin remedio. Tu boca cada vez más lejos. Tu rostro indeciso. Una noche demasiado larga. Una respuesta retardada. Un silencio hecho de elástico. Un sombrero a la conciencia. Un grito encerrado en el estómago. Un cursor que parpadea. Las calles vacías al anochecer. El frío de madrugada en la borrachera. Ver tu espalda alejarse. Tus labios que se me olvidan. Comerme las uñas. Una llamada pospuesta.
Yo espero en tus silencios. Porque sé que sólo estás cerca cuando quieres.
Y no me resta otra cosa que no sea esperarte.