30 libros (11-15/30)

11. Uno que lo haya motivado a visitar algún lugar.
No fue necesariamente una motivación, pero tampoco es un secreto mi obsesión Pamuk-Estambul. Es particularmente efervescente decir, o pensar, “oh, esta calle por la que camino es la que menciona en ___ novela”, o “mira, allá está el edificio Pamuk”, cosas así.

12. Una biografía.
Cualquier libro de Dalí. Pero me divertió particularmente el “Diario de un loco”. Así, de risa loca.

13. El primer libro que leyó en su vida.
Muy difícil recordarlo. Afortunadamente mi tía y mi abuela tenían muchos libros en su casa, y como mi tía es maestra de pronto salían títulos infantiles… mi abuelita me llevaba a la biblioteca, entre las dos me leían cuentos… en serio, imposible recordar cuál fue el primer libro que leí en mi vida. Me enorgullece decir que crecí con ellos.

14. Uno que haya odiado hace años y hoy admira.
No creo que me haya sucedido algo así, peero sí me ha sucedido que a veces empiezo a leer un libro y no me gancha, pero lo retomo tiempo después y entonces me atrapa. Me sucede igual con la música. Aunque de momento no puedo pensar en un título en particular…

15. Uno que haya amado hace años y del que hoy reniega.
Cualquiera de Anne Rice. Las historias no son necesariamente malas, pero me pregunto, ¿cómo es que pude dedicar tanto tiempo a la lectura de… pues de eso?

Kalashnikov

La verdad no soy muy fan del mariachi en las bodas. Bueno al menos no queríamos uno en la nuestra. Claro que si hubiéramos visto este antes, que toca Kalashnikov de Goran Bregovic, a lo mejor la decisión hubiera sido distinta :D


Lo que sí, es que sería bueno decirle a la gente cómo puede bailar esta música -que según yo no tenía mucha ciencia- pero a nosotros también casi nos dejan bailando solos en la pista cuando pusimos nuestro set de música balkan, ja. Ah pero cómo nos divertimos.

You know cold weather is coming when…

You notice that winter time is approaching when your cats:
a) Ask for more cuddling, sometimes in inappropriate hours
b) Start sleeping in pairs or groups
c) Start sleeping over your winter clothes
d) Start sleeping in sunny spots more often
e) Start sleeping over your bed more often
f) Start sleeping more often
g) All of the above















*Bonus pic: the kittens living in my parent’s house. Tito, Dinah and Sharon (Ozzy is missing from the pic).

Macarons

No recuerdo cuál fue la primera vez que probé los macarons, este delicioso, finísimo y super fotografiable postre francés. Veanlos ahí, todos elegantes y coloridos, carísimos ellos.


O más bien sí lo recuerdo: fuimos con Liz y Raúl a esa tienda super fresa, donde compramos como 500 pesos en dulces y nos trataron como si fuesemos plaga malvestida. Nos atascamos de estos postrecitos lo que pudimos, pues tan dulces que son ellos empalagan luego de un rato. El asunto es que siempre se me había hecho como una cosa muy refinada y difícil de preparar -digo, en esa tienda fresa cuestan como 16 ó 18 pesos cada uno, y lo más barato que los había comprado es a 12 pesos la pieza- pero ahora que a mi hermana se le metió que no era tan complicado nos pusimos a hacerlos. Y la verdad es que lo más complicado del proceso fue convencerme de participar en él.

Los ingredientes son tan simples, que luego de tenerlos enfrente no sabes de dónde sale tanto glamour: huevo, azúcar, más azúcar (glass) y almendras. En serio, es todo. Lo primero fue “esponjar” las claras, que creo fue lo más estresante de todo. Luego le pones el azúcar, el otro azúcar, y la harina de almendras. Obviamente no así nadamás, hay una forma para mezclar los ingredientes sin que se corte el huevo, etcétera, pueden encontrar videos en youtube por doquier.
Luego puedes pintar la masa, ponerle alguna esencia de sabor, meterla en una duya y colocarla sobre papel para hornear en una charola. Vean para qué estudió mi hermana durante 5 años artes visuales… voilá!

También tiene otros talentos, como recortar, pegar y colorear, pero no hubo necesidad de echar mano de ellos durante la elaboración de esta receta (JAJAJAJA). Ya en serio, le quedaron muy bien sus macarons, yo eché a perder la mitad de la masa rosa por querer hornearlos en una tapa cóncava… ajá, soy bien lista yo. Pero bueno.
Ya que están todos lindos en la charola, debes dejarlos como 10 minutos para que se les forme una capita dura en la superficie (quesque) luego levantas la charola como 15-20 cm y la dejas caer, para que se les forme “el faldoncito” a los macarons antes de ser horneados. Se meten al horno 15 minutos exactos, ni uno más, ni uno menos. Vean qué lindos todos felices dentro del horno.

Una vez que salen del horno, hay que ponerlos a enfriar.

Aquí ya agarrando el fresquito (nota: ¿ven mis mantelitos? son la onda. Están hechos de revistas tailandesas).

El relleno puede ser de diferentes sabores. Mi hermana había propuesto el ganache (chocolate derretido con crema para batir) el cual preparamos, pero en el super encontramos una mermelada cremosa sabor plátano con cereza. DELICIOSA. Así que utilizamos ambos rellenos.

Los rositas los rellenamos de plátano/cereza y los morados de ganache. Y fuera de que quedaron un poquito huecos, sobrevivimos a la preparación… la verdad es que saben muy ricos.

Nos tardamos menos de 2 horas en hacerlos, y nos hubieramos tardado quizá un poco menos de tener una bandeja para hornear más grande, pero el asunto es que no resultaron tan difíciles como pensábamos… bueeeno, no quedaron así perfectísimos pero ¡lo logramos!.
Admito que siento que perdieron un poco la magia… yo siempre había pensado que era la cosa más complicada del mundo, imposible de hacer para manos mortales, glamorosos y lejanos… okok, exageré jajaja pero sí, fue un poco como cuando mi amigo Can me explicó cómo era que los puentes se construían sobre el agua… también perdió un poco la magia. En fin.
Macarons: DONE.

¿Magenta para rato?

Llevo ya varios días con una medio crisis de colorimetría.
Resulta que haciendo cuentas, llevo ya 5 años con mi cabello magenta (es curioso que mimarido no conozca mi cabello al natural) con esporádicos y breves momentos morados, establecí toda una marca en torno al color de mi cabello que incluye nicks, fotos, apodos, tutoriales, boda con cabello magenta, reconocimiento aleatorio en la calle (¿tú eres magentuosa?) y todo un marketing que básicamente asocia el color con una forma de nombrarme. Y no es que el color sea muy original -el tubo de magenta cuesta 30 pesos en cualquier tienda de artículos para estéticas- lo que yo no he visto es el mismo color tanto tiempo y tan arraigado hasta en el lenguaje (ya sé que estás pensando en la copycat, pero esa ni siquiera figura) y la autoconcepción.
Durante 15 años mi cabello ha cambiado de color y de forma, pero sobre todo de color. Quizá los cambios más radicales los empecé a experimentar cuando entré a la licenciatura (hay un largo post que narra la historia) pero la modificación más radical es justo la que tengo ahora en el cabello y que realicé hace 5 años.
El asunto es que ya no sé qué hacer con mi cabello. Pensé en cambiarlo a turquesa, pero es un color difícil de mantener y la marca que me gusta no se consigue acá, entonces tengo que pedirla por ebay y ya no puedo ir a los united a recoger los productos con tanta frecuencia como antes. Pensé en morado, pero la verdad es un color que me aburre muy rápido. Pensé en el rojo, pero ya lo he tenido rojo. Pensé en el blanco/gris (super decolorado con tinte plateado) pero la neta no sé cómo me quede porque mi piel es morenaza y no cualquier tono le va. Intenté hacerme una mecha turquesa, de hecho compré el tinte y todo, pero oh sorpresa, el magenta manchó la cortina y primero se veía azul pero ahora se ve morada. Ush.

Pensé entonces en cortármelo como Lisbeth Salander, o sea, básicamente rapado de los costados y largo en medio, para poderlo despeinar también así medio punko. Peeero, no sé qué tan cómoda me sienta con un corte tan radical, y por otro lado, cuando veo las fotos con mi cabello casi hasta la cintura me da un montón de nostalgia. El asunto también es que no puede ser un tinte o corte demasiado complicado, porque yo regularmente no me peino, me da flojera andar ahí todo el tiempo con la plancha o la secadora. Es más, ni me sé secar el cabello, como no sea despeinándolo todo y echando el aire por doquier.
La otra es que me gusta el “scene hair“, pero no taaan emo, sólo la manera en que hacen las capas y combinan los colores… pero ese tipo de cabello no es nada compatible con mi estilo de vida (o sea, qué hueva producirse tanto).
Y finalmente, me da un pánico terrible cambiar de color. He creado una imagen en torno al color de mi cabello, que siento que si lo cambio dejaré de ser yo (silly, I know) o la gente dejará de reconocerme o algo así. Es, simplemente, hacer un cambio radical en una marca que lleva ya mucho tiempo siendo de tal manera. No que yo sea una marca, pero es que el color se ha unido a mi identidad hasta no sé qué punto.
Ay, no sé qué hacer, estoy aburrida con mi cabello :(