la casa

Hace rato estaba tonteando en el google street view… ya luego de que logré ubicar el comercio que quería, vi que mi edificio ya sale ahí. Y es chistoso verlo ahí, sí, el edificio donde vivo… pero luego busqué la casa de mis papás y noté que en efecto aparece Azul en la cochera, antes de fallecer :(
Y luego se me ocurrió buscar la última casa en la que viví en Saltillo, la que construyeron mis papás… y hela aquí:


Por supuesto, antes no se veía así, ni era de ese color, ni tenía esa… ¿fuente? en el jardín… en mis recuerdos ni siquiera había casas a los lados (¿o sí?), a cada rato veíamos ratas “de campo” y calabacitas silvestres… entre muchas otras curiosidades de esa calle con pocas casas que se fue poblando poco a poco pero ya no nos quedamos a verlo. Recuerdo el proceso de construcción, cuando nos mudamos y el piso de arriba tenía todavía piso de cemento que mi mamá mojaba a cubetazos. Tengo recuerdos aleatorios, como el día en que chocó un pajarito en mi ventana, cuando mis papás se dormían en mi cuarto, creo que porque era el más fresco o el más calientito, ya ni sé, y el día en que mi hermano se cayó de la cama porque soñó que iba en una carrera de coches a toda velocidad cuando de pronto dio una vuelta muy cerrada y… despertó en el piso. Él me lo contó, quién sabe si se acuerde de ese sueño.
Recuerdo muchas cosas de esa casa; yo tenía 7 años cuando nos mudamos de ahí. Y recuerdo que en el patio apenas empezaban a salir las sandías de las semillas que alguna vez había aventado, y crecieron, y se convirtieron en sandías feuchas y chiquitas que ya no alcancé a ver crecer.

Me gustaría que en mi próxima casa hubiera un pedazo de tierra donde poder sembrar un árbol de granadas. Se me hace bien chido cuando hay árboles frutales en las casas, es un gesto de generosidad de la tierra para con nosotros, y de nosotros para las generaciones posteriores. Yo no sé si las sandías habrán crecido (supongo que no) pero es divertido imaginar que muchas cosas de nosotros quedaron en esa casa. Como la casa misma.

Nosotros, los de ahora, ya no somos como antes.

Este es uno de esos posts inútiles donde me quejo de todo. Bueno, hoy no me quejaré… simplemente diré que extraño esos días donde ser gótico no estaba de moda. Esos días en los que no nos confundían con los emos, donde verdaderamente improvisábamos nuestra ropa y nos poníamos lo que encontrábamos, alterándolo, rompiéndolo, tiñéndolo. Donde tener un corsé era un lujo casi imposible de darse, donde encontrar medias de rayitas era como encontrar un tesoro. Donde teñirse el cabello era de unos poquísimos valientes. Donde tener unas botas altas ameritaba hacer una pasarela por el antro. Donde completar todo un outfit te tomaba la semana entera.
En fin, todo porque extraño ponerme mis faldas largas de terciopelo y bailar Sisters of Mercy.
Estoy vieja, I know.

nieve

Creo que no se alcanza a ver mi cara de felicidad, pero esta fue la primera vez en mi vida que vi así de nieve. De esto hace casi cinco años.


Praga está en mi lista de “ciudades a las que debo regresar”.

la bandera de la nostalgia

Can me envió, para mi cumpleaños, un paquete lleno de tesoros. Delicias turcas, helva, dulces, música y una mascada con un diseño muy tradicional en Turquía. La mascada en cuestión es azul marino y tiene un diseño floral, y la uso sólo en ocasiones especiales.

Hace algunos días tuve un sueño.

Soñé que despertaba en mi cuarto y la gran ventana no tenía cortinas. Usualmente tiene unas cortinas negras que dejan pasar poca luz; por eso, cuando desperté y sentí tanta luz a través de los ojos me pareció muy extraño. Abrí los ojos y miré hacia la izquierda. Por la ventana entraba una luz muy extraña, era como esa luz que se filtra por entre las nubes en un día nublado, que hace que el verde se vea extrañamente más verde. Pero también percibí un viento más o menos fuerte, que doblaba las ramas de los árboles que alcanzan a verse por la ventana.
Entonces me dí cuenta de que alguien había atado mi mascada a la protección de la ventana. Desde adentro veía cómo la mascada ondeaba en el viento, azul marino contra el cielo nublado. Lo primero que pensé es que seguramente la había perdido y alguien la había puesto ahí para que yo la viera. ¿Pero quién? ¿Cómo sabían que era mía, si casi no la he usado?
Mientras la miraba, todavía adormilada, me invadió una sensación de pérdida. No del objeto, ese se encontraba ahí, sólo era cosa de que saliera y lo desatara. Más bien de falta, de nostalgia, de algo muy bello que estaba siendo removido (por el viento) y que para mí estaba lejos, pero no inalcanzable. Es curioso que haya soñado exactamente ese trapo y no otro.
Luego desperté, pero en mi cuarto ya había cortinas.

el combinado musical

Inspirada por el revoltijo y el where past years are, y como estaba de ociosa, yo también hice mi mix musical del 2009 (al que super creativamente llamé magenmix), aunque algunas canciones ni son de 2009 pero procuré que la mayoría sí lo fueran. Ni se fijen en el orden, es imposible ordenar esas rolas y que haya una coherencia pero pues, eso habla mucho de la compiladora.
Lista incompleta como siempre, me limité a 12 canciones -una por mes- que me llegaron al tuétano por diferentes razones.

Descargar acá.

Ahí me comentan si les gustó.

mi primer caset

Mi primer caset fue uno de Flans, el que se llama solamente “Flans”. Tenía… no sé, estaba super chavita. Todavía vivía en Saltillo, y recuerdo que me lo compraron en un super que estaba (no sé si mi memoria me juega trucos) en Carranza, frente a un Churchs… antes de que fuera Churchs… ¿o ya era? No sé, pero mi memoria ubica el super ahí, quizá hasta era un Automercado de Las Fuentes, qué se yo. El disco salió en el 85, pero dudo que a los 4 años anduviera pidiendo el disco, así que pongámosle que yo tenía 6… eso de las edades musicales es muy relativo, hay gente que nunca se interesa por la música o escucha lo que le ponen en el radio. Yo no, mis papás desde chavita me instruyeron en el buen rock, de hecho me cuentan que se tuvieron que salir de un concierto de Queen porque yo estaba brinca y brinca en la panza de mi amá.
Pero como niña que soy, tenía que empezar por el pop. Recuerdo (muuuy vagamente) cantar esa canción de Daniela Romo, la que decía “yo no te pido la luuunaaa” y ya era todo lo que me sabía (y me sé, ja).
De mi infancia musical tengo puras imágenes sueltas: tengo el recuerdo de estar una tarde en mi casa de Saltillo, bailando en la sala con mi tía Sara. Tengo otra imagen de mis tías Silvia y Meche quemando (jajajaj en serio puse quemando!!) copiando mis casets de Flans. Y el inolvidable recuerdo de mi papá callando una fiesta que tenían los vecinos: puso las bocinotas del estereo “apuntando” hacia afuera por las ventanas, hacia la casa que tenía la nacafiesta en cuestión. Y yo recuerdo que puso Pink Floyd pero creo que él dijo que era Black Sabbath, la cosa es que los vecinos se asomaron por la barda para ver qué estaba sucediendo y le bajaron jajajaja. También recuerdo a mi hermanito cantando la línea “I’ve got my mind set on you” de Harrison pero con su habla de los 2 años… En fin, tengo muchos recuerdos musicales de esa época antes de mudarme a Mty a los 7 años.
Pero volvamos al primer caset. Siempre me gustó Flans, pero en particular ese primer caset porque era mi primer caset. Lo tocaba en una grabadora rosa que mi papá me trajo del gabacho, seguramente, cuando los viajes al gabacho implicaban traerle regalos a toda la familia porque eran cosas que acá no conseguías ni de chiste… antes de los viajes mensuales a McAllen o a Laredo y el Aladinos o la pulga río. Esa grabadora rosa era como rectangular, color rosa chicle, parecía hecha (o estaba hecha) de metal, y me aguantó un buen. Cuando recién llegué a Mty, me dormía acostada con la grabadora, y ponía la música bajita (en esa época escuchaba FM Tú) y cuando ya me iba a quedar dormida, la apagaba. O ponía un lado del caset para que se acabara y se apagara solita. Me parece simpático cómo esas cosas han ido cambiado pero siempre es un poco lo mismo. Antes de la grabadora rosa, tenía un radio de los pitufos que mi papá me compró en otro viaje al gabacho, y luego de eso tuve un radio de esos que eran sólo los audífonos y ahí sintonizabas y controlabas el volumen. Ya luego de eso tuve la grabadora rosa, luego una blanca más pequeña, luego una negra marca sony (que a la fecha utilizo para bocinas de mi compu y se sigue oyendo bien chido… y eso que me la compraron en 1993!!) y mi primer walkman lo tuve a los… 10 años, quizá.
Pero me sigo desviando del tema, ¡es que me acuerdo de tantas cosas!
En fin, ese caset de Flans lo escuché como mil veces. Me parecía curiosa la canción que llevaba mi nombre, “Susana”, siempre me pareció muy dramática y no entendía muy bien a qué se refería. Me emocionaba escuchar “Me gusta ser sonrisa” porque significaba que el caset iba empezando, le adelantaba a “Cerveza de bote” porque me parecía medio aburrida, cantaba “No controles” y “Bazar” y nunca le entendí bien a la letra de “¿Quién eres tú?”.
Ya no recuerdo cuál fue mi segundo caset. Pero el primero, pues siempre será el primero.


mensadas 002

El audio que incluyo aquí es de una rola de ese caset, que me gustaba mucho y hoy salió mientras oía música (en random, como siempre lo hago). De ahí el tema de este post.
[audio:flans-medio.mp3]