Abrazos y más abrazos

En las primeras milongas a las que fui, no bailaba mucho. Me daba vergüenza mi falta de relajamiento (y de talento) al momento de bailar: eso me ponía más tensa y más nerviosa, y era un asunto de no acabar. Normalmente sólo bailaba con el maestro (cuando se apiadaba de mí y me sacaba a la pista) y luego poco a poco con mis compañeros de clase. Pero cuando se me acercaba alguien a quien no conocía y me jalaba a la pista me entraba automáticamente el nervio y se me bloqueaban las piernas.
Quisiera decir que ahora es completamente distinto… no lo es, al menos no en su totalidad. Pero sí puedo decir que me encuentro en otra etapa.
Ya se lo he contado a mucha gente, pero en enero tuve una especie de revelación. Bailé con una persona con la que nunca había bailado antes y, mientras bailábamos, me dijo algunas cosas que me hicieron cambiar totalmente de actitud en las milongas. No sé cómo le hizo, es más, ni siquiera recuerdo sus palabras textuales. Pero de alguna manera logró que desconectara mi cerebro de mis piernas y todo fue mucho más fluído y feliz. También es que logró entenderme: no sólo le pedía a mi cuerpo que se moviera de tal o cual forma, sino que estaba al pendiente de los movimientos que pidiera mi cuerpo. Suena muy erótico pero tiene sentido, estamos hablando de tango.
Después de eso todo fue diferente. Más bien era yo la diferente. Antes me generaba angustia en lugar de agrado la idea de ir a una milonga. Ahora trato de no perderme casi ninguna y no me da miedo hacer el ridículo, más bien trato de relajarme lo más que puedo y ser muy receptiva al diálogo con mi pareja de baile. No siempre triunfo, ni soy la mejor bailarina, pero el nivel de disfrute de la actividad es mucho muy superior al de antes. Ya no me la paso sentada la mayor parte de la noche, ahora regreso a casa con los pies hinchados y algunos pisotones. Incluso mis zapatos lucen más desgaste. Y es que la verdad, el tango me ha hecho muy feliz ahora que nos entendemos mejor.

Al aire

Estoy a punto de salir rumbo a la estación de radio a transmitir mi programa. Acabo de terminar la selección musical y estoy muy satisfecha, contenta, felicísima. Y es que hoy me tomé una licencia (¿poética?) y en lugar de música gitana voy a tocar rock turco, jaja. Bueno, de una forma u otra por ahí va la cosa.
Lo que me emociona es lanzar canciones al viento. Suena cursi, ajá, pero cada que preparo la lista me pregunto si alguna vez tal o cual canción se habrá transmitido por radio antes en esta ciudad. Con la mayoría estoy segura de que no. Entonces selecciono mis canciones con mucho cuidado porque bueno, nunca se sabe, pero puede que en algún momento a alguien le ocurra topársela por casualidad y no sé, a lo mejor le gusta. Puede ser.

Budavári Labirintus


Hace algunos minutos me encontraba haciendo una pequeña investigación sobre laberintos para un pequeñísimo apartado en mi tesis (por cierto, ¿alguien recordará o tendrá a la mano los tipos de laberinto de los que habla Umberto Eco en El nombre de la rosa? Tengo el libro en el regazo pero todavía no encuentro ese pasaje o no sé si lo alucino). El asunto es que al estar pensando en laberintos, me acordé de aquel que visitamos el año pasado en Budapest, el Budavári Labirintus, o el laberinto que se encuentra debajo del castillo de Buda -en la parte Buda de Budapest.
Lamentablemente no tengo mucho tiempo para detenerme aquí y narrarles cuán maravillosa es Budapest y cuánto se nos metió al corazón aquella inabarcable ciudad, con todos sus colores, sonidos y sabores. Porque lo que me tiene en este momento nostálgicamente triste, es que aquel hermoso laberinto se cerró de manera permanente. Y para agregarle más drama al asunto, el laberinto se cerró unos pocos días después de que lo visitáramos. Para ser más exactos, tres días después.

Para los que no tenían información de la existencia de este laberinto, aquí un poco extraída de Wikipedia:

The unique calcareous tuff caves of the Castle Hill were created as an effect of the hot water springs at the dawn of the history of the Earth. These caves then served as refuge as well as hunting ground for the prehistoric man (the “Hunter of Buda”) appearing half a million years ago. For economic and military purposes these, originally smaller caves were connected and they got also connected to the cellarage of the Castle District’s houses. It was used for wine-cellars, torture chambers, jails or treasury during the Middle Ages. The cellars were turned into a shelter and military hospital in the 1930s. At that time the whole cave system could accommodate about ten thousand people at a time. Reinforced – and also disfigured – with concrete, it served as a military installation during the Cold War. In the short interceptions of military utilization and especially since the end of the Cold War, there have been initiatives to turn the labyrinth to cultural uses. A cave museum opened the reopened, and in the early 1980s, the first exhibition of wax figures in Hungary was set up here.

Este laberinto está considerado una de las 7 maravillas del mundo subterráneo (o algo así) y patrimonio de humanidad según la Unesco. Considerado maravilla o no, la historia de este lugar lo sostiene por sí sola. La vibra en el lugar es increíblemente pesada. Aunque nosotros lo visitamos cuando todavía era de día, de noche el recorrido es con lámparas por unas cuevas totalmente oscuras. Hay dentro del laberinto pinturas rupestres, esculturas, hasta una fuente de vino. Pensar que ese laberinto fue testigo de tantos momentos en la historia, que fue encargado de resguardar a miles de personas en diferentes circunstancias y que de pronto uno como visitante se encuentra sólo en un cuarto -con esa historia- a media luz, a no sé cuántos metros debajo de la tierra… yo sí de pronto sentía un poquito de vértigo. Había una habitación completamente oscura, por la que podías entrar guiándote por un barandal hecho de cuerda. Yo no pude ir más de la mitad, no hubo Diálogo en la oscuridad que me entrenara para eso (nota nada que ver: hay una foto en el link anterior en la que salgo con mi cabello como lo tenía antes. Sniff. Más nostalgia).

Entrada

La razón por la que ha cerrado todavía no me queda muy clara. Parece ser que entró la policía anti disturbios así como así, sacó a toda la gente y clausuró las puertas antes de que alguien pudiera decir budavári. Se me hace muy triste, en serio, este laberinto es genial y todo el mundo tendría que visitarlo. En la página de wikipedia vienen unas fotos muy padres, pensaba subir las mías pero están bien chafitas, mejor vean esas.

¿De qué se nutre un lugar así, a puerta cerrada, en esa soledad oscura, despojado de toda presencia humana?
Me intriga.

El eurovisión, otro de mis placeres culpables

Tengo ya varios años que no dejo de ver aunque sea la final del Eurovisión, más por curiosidad que por otra cosa (ajá). La verdad es que he descubierto dos o tres rolas o artistas que se han quedado conmigo al paso del tiempo, además que ver el programa es tener una pizquita de mundo en unas horitas. Los participantes de este año ya se están eligiendo, y de entre los videos que he visto hay uno que no me deja de dar vueltas en la cabeza, y es por el que definitivamente votaría si estuviera en mi poder votar. Ellos representarán a Israel, y es (hasta ahora) la única de las canciones concursantes que cuenta con video propio, que además está super divertido.

A lo mejor no suena nada a Israel pero tiene muchos puntos a favor. La canción es SUPER pegajosa, suena un poco retro, tiene los coros en hebreo (se critica mucho que ahora todo mundo resulta que canta en inglés), es divertida y no sé, yo estoy encantada. Admito que no he escuchado otras canciones del grupo, pero es que ahorita estoy tan feliz con esta.

Otra sorpresa que casi me saca la lagrimita de ternura, es la participación de Rusia… ellas son las Buranovskiye Babushki, y bueno, el video hay que verlo para creerlo, por lo menos el primer minuto. Hay que ver la cara de algunos jueces, de total incredulidad…

Obviamente la canción no me parece la mejor, pero el anacronismo es remarcable y claro, saca un poco (mucho) de onda. Pero es que son tan tiernas…
El Eurovisión no se reconoce precisamente por tener las mejores rolas, de hecho muchas son basura o presentaciones más bien ridículas o trabajos vocales muy “buenos” pero totalmente comunes y musicalmente iguales a otros muchos, y por lo tanto, aburridos. Y no me hagan hablar del eurodance. Yo aprecio los trabajos creativos, buenos musicalmente, originales, con la esencia del país que representan. Son estas cosas las que hacen el programa interesante, al menos para mí. Igual no me hagan mucho caso, tengo gustos musicales muy raros :)

Ya no perderé en Apalabrados

1. A todos los dueños de un iPhone y etc, les recomiendo fuertemente que descarguen la aplicación Apalabrados (gratuita) y jueguen Scrabble conmigo (user: Suza) para que vean cómo es que soy la doctoranda en literatura más triste del planeta: siempre pierdo en el Scrabble. SIEMPRE. El Piantao se ha obsesionado un poco en jugar conmigo, él desde su iPad, yo desde la micropantalla de mi iPhone, e invariablemente el resultado final es el mismo. Todo mundo espera que porque soy de letras sea la vencedora infalible de tan afamado juego de mesa pero nada más lejano de la realidad.

2. Siempre me han gustado los diccionarios. Hay algo en ellos, en su labor de tumba-burros, saca-de-apuros, rompe-discusiones que me parece profundamente conmovedor. Hay algo en mi obsesividad, claramente, que me pide tenerles respeto, leerlos de cabeza o al azar, muy a la Comisario Jaritos (otro adicto a los diccionarios de todo tipo). Por mi profesión, la gente espera que sea un diccionario andante (si los ingenieros electrónicos te reparan la tele, los de sistemas te arreglan la compu, etc., los de letras somos diccionarios y gramáticas con patas; pero sobre todo diccionarios) aunque la verdad nada más lejano de la realidad, por lo menos de la mía. Pierdo en apalabrados y no me sé la definición precisa y exacta de cada palabra del abecedario, qué pena de letróloga soy (*sarcasmo*).

3. Afortunadamente, mi suerte ha cambiado. A partir de ya estoy involucrada en el proyecto más obsesivo, más ambicioso, más obsesivo, más grande, más obsesivo, más titánico, más obsesivo, más loco que he estado jamás: la elaboración de un diccionario. Todos mis sueños de TOC se han vuelto realidad. El diccionario en cuestión está siendo preparado por una editorial turca (ándale, se vuelve más interesante) porque se trata de un diccionario Turco-Español/Español-Turco. La parte que a mi colega (turca) y a mí nos corresponde, es la de Español-Turco. Perdonen lo engreída, pero me siento como un pequeño dios, con todas esas palabras a mi disposición, vacías, esperando ser definidas y ejemplificadas. Es una responsabilidad muy grande y una gran satisfacción, pues todas mis manías se manifestarán a la hora de trabajar (no me ven, pero sonrío mientras lo escribo). Así que estoy muy feliz.

4. Y así es como, por allá del 2013, Magentuosa sí será un diccionario con patas y los vencerá a todos en Apalabrados y/o Scrabble. Así que aprovechen ahora y gánenle, porque el que ríe al último, ríe mejor.

Ahí vienen los gitanos


Pues lo tenía muy guardadito, porque eran tantas mis ganas de que ocurriera, que si por alguna razón me negaban la propuesta con ya todo el mundo enterado, me hubiera sentido muy mal. Pero la cosa ha salido mejor de lo esperado, y me dieron la posibilidad de hacer mi “experimento” para ver que tal funciona. Así que depende de ustedes, sus llamadas y sus comentarios el que este programa prospere y no nos destierren :)
Sin más que agregar, los invito este sábado 18 de febrero a que escuchen mi nuevo programa Romanistán – Nación Gitana, a las 10 PM (UTC-6) en Frecuencia Tec, 94.9 FM. Si no tienen radio a la mano o están fuera de Monterrey MX, pueden escucharlo online en el portal de la estación. También pueden descargar el app gratuito, y escuchar ahí el programa.
Espero con gusto sus llamadas, comentarios y peticiones, a través del teléfono en cabina, en twitter o en nuestra página de facebook.