Pues eso.

Lo que me desagrada no es la Navidad en sí, sino la alta comercialización que se hace en la época. Aunque trato de mantenerme al margen de lo comercial, es imposible sustraerse a un ambiente (sobre todo en esta ciudad, plagada de publicidad en todos lados) en el que sólo se piensa en las compras, por más que quieran agregarle un par de palabras tiernas para que no suene sólo a consumo. Por lo menos yo este año hice con mis manos 15 regalitos (8 tazas con sus “suéteres” y 6 bufandas) y bueno, ya es un algo. Además hacerlo fue una experiencia muy padre porque mientras tejía el objeto, pensaba en la persona a la que se lo estaba haciendo. Ojalá el próximo año pueda tejer más regalos. También pienso poner un nacimiento, digo, de eso es lo que se trata, y sería muy chido poder recuperar tan sólo un poco el sentido que tenía la celebración y la emoción que me daba cuando era niña.
Estaba leyendo un artículo sobre decoración navideña en Alemania, y la escritora (española) cuenta que allá en la ciudad donde vive todavía se reúnen para platicar historias de Navidad, y hacen coronas de adviento y todos se reúnen en torno a ella… en fin, que independientemente del credo de cada quién, la comunidad busca mantener vivo el sentido de la celebración. Espero poder lograr esto con el paso del tiempo y recuperar la Navidad que me robaron -o que yo perdí.

Mientras tanto, Feliz Navidad y todo eso :)

Susy_LR

Las plantits

El señor de las plantits (plantitas) recorta todas las palabras que enuncia quitándole algunas vocales. Es un señor que viene cada cierto tiempo a la casa, timbra, y cuando abro regularmente se encuentra en la misma posición: una blanca sonrisa coqueta que resalta sobre su oscura piel y una planta en cada mano. “Buens, letrajelsplantits”, dice muy rápido. Apenas entiendo lo que dice pero no hace falta entender mucho, el señor vende plantas.
Esta casa no tiene jardín, apenas un pedacito de tierra en el que con trabajo han crecido las enredaderas, pero nos hicimos de un mueble de madera sobre el que hemos puesto algunas macetits con plantits, además de las que están en el balcón.
Al principio el señor me traía de todo: arbolitos, pinitos, de hoja, de flores… hasta que con el tiempo entendió mis gustos. Así que ahora que abro la puerta, me recibe con esa gran sonrisa y plantas rosas, fiuchas, moradas, rojitas… en fin, plantas que coinciden con la gama de colores que a mí me gusta. De modo que cuando viene el señor de las plantits, y *de verdad* no quiero gastar le pido a alguien más que abra la puerta. Me es imposible decirle que no.

(Así como a los gatos, que ahora hemos empezado a cultivar en macetits. Aquí una muestra: Julieta, gatita con nombre de planta).

plantits

Qué bonito es lo bonito

1. Anoche fuimos a cenar a un lugar de Kebabs al que no habíamos ido antes. Acostumbrábamos ir a otro, un carrito que se pone los fines de semana en la noche/madrugada en el centrito, donde están carísimos pero son de cordero. Este otro se encuentra escondido en una placita, a una calle de distancia del carrito primero. Los kebabs no son de cordero sino de res, pero la condimentación los hace absolutamente deliciosos. Como dijo mimarido: saben a “allá”. También venden shawarmas de pollo y res, lo que me hizo tener en loop esta canción en mi mente:

2. Nada mejor que quitarle el sueño a mimarido a carcajadas, mutuamente propiciadas.

3. A media madrugada, el kebab se manifestó. A pesar del omeprazol y la dimeticona sentía una bala de cañón dentro del estómago, no podía estar en ninguna posición sin sentirme incómoda y con gusto a cebolla en la garganta. Entonces fue que me di cuenta de que Mao ya estaba oficialmente enfermo. Lo tomé entre mis brazos, lo tapé con la colcha (aunque yo tenía calor) y escuché su dificultad para respirar, para pasar saliva, su naríz reseca. Lo abracé y ronroneó ronco. Aventé cincuenta veces a Julieta, quien con su ronroneo supersónico insistía en acostarse encima de los dos. Mao finalmente se hartó y se fue (qué bueno, yo tenía calor y no podía dormir con la bala de cañón) y entonces fue que escuché las arcadas. Prendí la luz de la lámpara del buró y Mao miraba su pequeño vómito. Parecía como flema. Mañana lo llevo al veterinario, pensé. Mimarido en el país de los sueños.

4. Luego reconsideré mi postura (física) sobre la cama, varias veces, y terminé por dormirme.
Desperté dentro de un sueño. Me encontraba en un pequeño cuarto que parecía de hotel con una tarima como escenario. Sobre el escenario, Nick Cave & the Bad Seeds. Como audiencia a lo mucho éramos 5 personas sentadas sobre la alfombra. Yo lo veía cantar y pensaba: “¿qué pensará Nick de estar cantando frente a 5 personas? ¿Cómo es que no le dieron más difusión al evento?”. A él no parecía importarle. Entonces cantó “Fifteen feet of pure white snow” y me di cuenta de que el cuarto en el que estábamos se parecía al lugar en el video. Curioso.
Terminado el pequeño show, Nick bajó del escenario y se puso a recoger sus cosas. Yo me senté sobre un escritorio que estaba ahí, a un lado de Nick, y lo miraba guardar algo que parecían imágenes en diapositivas muy grandes. Entonces me dirigió la palabra.

– What do you do for a living?
– I study. PHD. Literature.
– Oh. I knew.
– Why? (sonrío). Do I look nerdy?
– Nerdy and cute (él sonríe).

Acto seguido empezó a acercarse y, antes de que yo pudiera decir “pío”, me di cuenta de que me estaba besando. Me dejé llevar por el beso, sin abrazo, sólo un beso. No había otro contacto que el de nuestros labios en ese beso en cámara lenta y yo pensaba, así nomás, “ohpordios ¡estoy besando a Nick Cave!”.

5. Al despertar, tenía tres gatos dormidos encima. Julieta sobre mi almohada, justo al lado de mi cabeza. Mao, sobre mi estómago. Garabato sobre mis pies. Y en mi mente sonaba “Fifteen feet of pure white snow”. Tardé algunos segundos en entender por qué tenía esa canción en la cabeza.

Ozzy


Vengo de visitar a Ozzy, el primer gato que tuve, que ahora vive en casa de mis padres. Su carácter nunca le permitió convivir bien con otros gatos, se estresaba muy fácil, y por eso es que decidimos que se quedaría allá. Sobre todo porque apenas nos mudamos acá hace poco más de un año, y él ya estaba viejito y era muy gruñón, hubiera sido una experiencia muy fuerte para él.
Actualmente está muy enfermo, tiene que ver con la edad, pues ya está a punto de cumplir 15 años (si es que no los tiene ya). Contrajo PIF (peritonitis infecciosa felina) y ahorita es un huesito total, por la anemia tan fuerte que tiene, entre otras miles de cosas y síntomas que le aquejan.
Es duro verlo así, después de lo gordo y sano que fue a lo largo de su vida. No está pasando dolor, supongo que no está sufriendo demasiado. Hoy por primera vez lo vi sin ánimo ni fuerza para pararse. Le dí de comer un poco con una cuchara, no quiso tomar agua. Lo dejé con la esperanza de verlo mañana, pero al mismo tiempo deseando que todo pase pronto y así pueda irse con el menor malestar posible.
No puedo decir que no duela verlo irse poco a poco, al contrario, pero al mismo tiempo sé que duele por toda la felicidad que este hermoso gato me dio durante tanto tiempo, a mí y a mi familia.
Supongo que nunca nadie está preparado para perder a alguien a quien ama, sea persona o animal.

Llegando tarde

“Descubriendo el hilo negro” productions presenta: el día en que Magentuosa descubrió que un capítulo de Si una noche de invierno un viajero, de Italo Calvino, tiene todo el eco de Pedro Páramo, de Juan Rulfo.

PD: Si no han leído una u otra, no sé qué esperan, el mundo se acaba en diciembre.

Tentenpiés de media tarde, presenta…

“Quiero café y hace calor” o “Cómo seguir escribiendo la tesis sin morir en el intento”.

Ingredientes:
*1 licuadora (jaja)
*Hielo (aprox. 6 cubitos o más, si tiene licuadora chida)
*2 tazas de leche
*Café soluble (o si son muy puristas, una tacita de café de prensa/cafetera/turco/expresso bien cargadito)
*Chocolate soluble con menta (junto o por separado)
*Kisses rellenos de menta (lero lero, yo tengo y ustedes no)

Para 2 personas
– Quite el papelito a 4 kisses. Ponga 2 en el fondo de cada vaso.
– Licue el hielo, 2 tazas de leche, 2 cucharadas de café soluble (o al gusto), 2 cucharadotas del chocolate con menta (o al gusto).
– Sirva, disfrute, y déle en la madre al sueño, a la hueva y al bloqueo mental -por lo menos hasta que se termine el rush de azúcar y cafeína. Aww.