si no tienes diversión, aquí está la solución

Por fin terminaron las festividades navideñas: no más santacloses, ni nieve artificial en el centro comercial, ni regalos apurados, ni abrazos obligados. Viva la paz. Lo chido es que tuve muchos regalos… pequeños algunos, simbólicos otros, un poquito más caros otros, y también tuve la oportunidad de comprar algunos otros. No sé por qué vi tantos regalos pasar por mis manos este año, supongo que es algo bueno. Lo malo es, por supuesto, que me excedí por mucho en mis gastos (pero tengo cámara digital nueva, ¡YEAH!) y la primera temporada del Conde Pátula. Ayer vi cuatro episodios, y tuve un flashback a la infancia. Esta serie cumplirá 20 años en el 2007 (¡veinte años!), y supongo que ese es el motivo de su reciente publicación en DVD. No puedo describir todos los recuerdos que me asaltaron en cuanto inició el primer capítulo. La caricatura es completamente absurda, el humor es extrañamente simple y sin embargo macabro, y los personajes son rarísimos. La historia de cada episodio frisa lo surreal. Ahora ya no me pregunto por qué mi generación está como está. Hay tantas cosas que están MAL en esa caricatura, pero no mal en un sentido moral, sino en un sentido… racional. Jaja, me encanta que todo esté así en esa caricatura. Y no recordaba cuánto me gustaban los créditos finales, la canción y la animación. En fin, que fue un buen regalo que me hice a mí misma (ja) con altas dosis de nostalgia.

El otro día me encontró un CD. Estaba husmeando por ahí en el saharis, cuando de pronto una portada llamó mi atención: The Idan Raichel Project, músico israelí. Justo cuando le daba vueltas a la caja, tratando de imaginar cómo sonaría aquello, por las bocinas del lugar empezó a surgir una música que me ganchó de inmediato. Fui con el pinchadiscos a preguntarle qué era aquello que había puesto, y me mostró la portada del disco: The Idan Raichel Project. Sorpresa. Así que obviamente lo compré y bueno, es una delicia. Así como el Oriental Garden v.4 de la siempre acertada Lola. En un arranque de locura ordenaré todas sus compilaciones.
Lunático, el disco más reciente de Gotan Project resultó también una delicia, si bien estoy enamorada de La revancha del tango, este me parece más… ¿conciso? no sé cómo explicarlo. Pero claro que merece la pena darle una buena escuchada. Y muchos otros discos que he estado escuchando estos días, por aquello de que en el trabajo tengo… digamos, algo de tiempo libre debido a estas vacaciones en las que todo  mundo está vacacionando menos yo. Soy una mala burócrata. Lo que sí, es que no he leído nadita de nada, aunque ya me regalaron un libro que se ve sabroso y claro, se me antoja un montón. A ver qué onda.

post de medio tiempo

Aquí en el trabajo hay poco quehacer, así que me he dedicado a bajar canciones a lo estúpido, escuchar bandas de las que no conocía nada y desear cd’s que no puedo tener. Es un vicio. Sinceramente no concibo que exista gente a la que no le guste la música, o le de exactamente lo mismo escuchar tal o cual cosa. Cuando una persona dice que le gusta “de todo”, me genera mucha deconfianza; claro, es posible tener un gusto musical amplio pero decir que te gusta “de todo” y no poder nombrar una banda, es síntoma inequívoco* de una persona sin personalidad.
Ahorita en este preciso instante se me antoja muchísimo un cd del que acabo de escuchar una canción, la banda se llama Falling you y el disco Human. Qué cosa. Lo bueno es que lo distribuye Fossil Dungeon, así que cuando pase esta temporada de gastargastar, me lo compraré, cómo no. Viva la siempre hermosa Prémonition.

Si están aburridos y tristes, he aquí la solución perfecta: ORISINAL. Minijuegos simples, relativamente fáciles, de hermoso diseño, con música relajante e hipnótica. Pare de sufrir: sólo elija uno de nuestros enviciantes y alucinógenos juegos. Winterbells es el juego de temporada, por aquello de lo navideño: logre que el conejito brinque sobre la mayor cantidad de campanas posible. High delivery no es un juego en sí, pero es simple y hermoso. Relajante. En Pocketful of stars hay que tratar de saltar y agarrar la mayor cantidad de estrellas posible, ayudándonos del reflejo en el agua. What comes around es el “más complicado” de los juegos que he visto hasta ahora. Muy entretenido también. Y Cats es uno de mis favoritos, por la música y porque… ¡pues porque son gatos!. Y así, hay muchos y muy lindos jueguitos, los más ñoños que jugarás jamás.

Hoy iré a terminar mis compras forzadas navideñas. Oh, el caos.

*Es mi blog y puedo generalizar todo lo que quiera, jaja.

last time I saw you we had just split in two

En la mañana salí de casa escuchando una canción hermosa: “Origin of love” (del soundtrack de Hedwig and the angry inch), en versión de Rufus Wainwright, de quien recientemente me he enamorado. Lo curioso es que lo conocí a través de sus covers (como el de “Across the universe”, que sinceramente me encanta, al igual que el video). Los árboles se veían rojitos, no era demasiado temprano, el clima era delicioso. Ah, estos placeres.

Ayer fui a ver Happy Feet… está muy divertida, extraña, pero divertida. Hubo partes en que me reí muchísimo, y la música está chida también.  Sí la recomiendo. Pero véanla en inglés, no sé en español cómo esté, con eso de que no le hicieron mucho ruido al doblaje, quién sabe.

Por fin tengo (físicamente) el disco de Tarkan Come closer.  Tengo sentimientos encontrados con ese disco: es Tarkan y me gusta, pero siento que le falta muuuuucha fuerza. Si alguien que no me conoce se sube a mi carro, lo más seguro es que pregunte “¿y ahora qué te dio por escuchar Justin Timberlake?”. Sad but true. Me la paso buscando al verdadero Tarkan en esas canciones plasticosas y llenas de beats aburridos. De pronto encuentro un derbake por acá, un corito en turco por allá, una inflexión de la voz que lo caracteriza y no esa voz maricona con la que canta en inglés. Luego en una canta con Wyclef Jean, ¿qué ya todo mundo tiene que cantar con ese hombre? No me cae mal, ni nada, pero… agh. Me niego a que ese sea Tarkan de ahora en adelante.
Algo que tiene que ver y no: una de las ciudades invitadas al Forum es… ¡ISTAMBUL! y todo el asuntillo estará acá en el parque fundidora… así que quién quite y sí me voy a Turquía el próximo año, jiji.

hey you

Hoy el Dr. Said irrumpió en la tranquilidad de mi messenger laboral (chateando en horas de trabajo, ejem) con una maravillosa, que digo, una grandilocuente noticia (ya sé que el adjetivo está mal utilizado, déjenme en paz). Un concierto que nunca esperábamos tener por acá, rumbos olvidados de Dios (de cierto Dios, porque hay otros a los que les va muy bien). El punto es, VIENE ROGER WATERS A MONTERREY. Así es. Lo pueden volver a leer si no me creen. Es más, lo vuelvo a escribir: VIENE ROGER WATERS A MONTERREY. 2 de Marzo, Estadio del Tecnológico de Monterrey. Debió haber sido la Arena que es más grande y linda, pero ah, como sea. Viene Roger Waters. Y si todavía no me creen (les recuerdo que no es día de los inocentes) pueden entrar a esta linda página y verlo con sus propios ojitos. No sé ustedes, pero ya estoy haciendo fila mental para conseguir un buen boleto.

siento en la cabeza la velocidad del mundo

No tengo ganas de ir a trabajar mañana. Sería maravilloso si mi conciencia me permitiese faltar al trabajo de vez en cuando, pero no, no me deja. Estoy muy cansada, hoy es mi supuesto día de descanso y me tocó un agotador ensayo para el que me tuve que levantar a las 7.30. Y lo hago simplemente porque quiero saber hacer algo, me molesta no poder decir que soy buena en algo. Muy buena, o relativamente buena, el asunto es saber mucho de algo. No sé mucho de literatura, ni siquiera porque estudié letras. ¡Quiero saber mucho de algo! Aunque dicen por ahí que es mejor saber un poco de muchas cosas. Quién sabe.

El punto es que esta amateur y chafa odalisca (juar juar) se presentará el próximo 19 de noviembre en el teatro Lope de Vega (el microteatro de la UR). Los boletos cuestan 120, ya sé que están caros pero hay algunos bailes que merecen mucho la pena. Si alguien se anima, avísenme o caiganle el mero día, quizá encuentren boletos. Funciones a las 5 y a las 8, sí, como en el circo.

Una de las cosas que me encantan de La Barranca (y no viene al caso en lo absoluto) es que sus letras son como citas. Cada línea, cada estrofa engloba una idea perfecta y redonda en la que puedo profundizar y elaborar durante horas o días. Últimamente no he podido dejar de oírlos. Quizá es porque ahora mismo tengo muchísimas preguntas en la cabeza.

el tiempo de las manzanas

Nunca pensé que eso de “no tener tiempo ni para internet” pudiera ser remotamente cierto. Claro, uno se evade pero es una cuestión voluntaria, eso de “no tener tiempo” me sonaba a excusa inventada, imposible.

El punto es que llevaba una semana sin poder sentarme frente a MI computadora, sin estar rodeada de mugrero que me interrumpiera el espacio, tranquilamente escribiendo y escuchando música. Que hablando de música, esta semana ha estado ocupada por dos cosas: 1) los interminables loops a los discos de La Barranca, en el coche sobre todo, donde he pasado más tiempo que haciendo cualquier otra cosa (dormir incluído). 2) El tiempo de las cerezas, de Bunbury y Vegas. Lo compré apenas el martes, y NO ME GUSTÓ. Bunbury no hizo gran cosa, nada que suene remotamente a El viaje a ninguna parte -yo sé, habrá quien diga que no es lo mismo, que es otro proyecto, otros músicos, etcétera. Pero es que a este hombre le encanta el pastiche, se autopiratea, autosamplea, autochotea, etcétera. Creo que hay una o dos canciones de Bunbury que merecen la pena. De Nacho Vegas… no sé, hay algo que no me termina de gustar. Hay unas letras interesantes, y otras que de plano dices “no mames…” y presionas fwd. La mezcla es insípida, una rola de Vegas, otra rola de Bunbury, una de Vegas, y así por dos discos que me suenan más bien diluídos. Si tuviera que elegir uno de los dos discos, elegiría el primero. Si pudiera elegir entre comprarlo y no, hubiera elegido no comprarlo. Pero finalmente lo compraría, porque son hiperfan de Bunbury, y el que haya sacado un disco pinche y me haya roto el corazón hace un año, no cambia el amor que le tengo, JA!

Lo de las manzanas no viene al caso. Me acordé del martini de manzana que ayer pidió la Nutria, y que por un error, le dieron doble.